El Parlamento iraquí aplaza tres días la votación del borrador de la Constitución
Las discrepancias entre chiíes, suníes y kurdos amenazan con un nuevo fracaso
La Asamblea Nacional de Irak ha recibido 'in extremis' el borrador de la Constitución acordada por las tres principales facciones étnico-religiosas del país. Sin embargo, los diputados han decidido darse un plazo de tres días para su votación, debido a que no se han cerrado los puntos más conflictivos.
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Las discrepancias entre chiíes, suníes y kurdos se han mantenido hasta el último momento, aunque finalmente han podido presentar un borrador conjunto a cinco minutos de que se terminara el plazo fijado para su presentación. Sin embargo, los diputados de la Asamblea han decidido aplazar tres días la votación de este texto constitucional, a la espera de poder llegar a un consenso.
Los tres puntos de fricción siguen siendo el modelo de Estado, el reparto de los beneficios petroleros y el papel del Islam. En este punto, y ante el desacuerdo de los kurdos, los chiíes tratan de imponer su voluntad de convertir el Islam en la única fuente de la ley.
Además, los suníes rechazan el federalismo que defienden kurdos y chiíes. Estos últimos, grupo mayoritario con 140 de los 275 escaños de la Cámara, piden una región autónoma en el sur del país, similar a la que de facto tienen los kurdos en el norte. Los analistas políticos iraquíes aseguran que la aprobación de la nueva Constitución sin el respaldo de los suníes podría llevar a un grave enfrentamiento civil en el país.
La decisión de la Asamblea Nacional de prorrogar el plazo de la votación del borrador, supone el segundo retraso de los plazos fijados por la legislación iraquí, y en los que la administración norteamericana habían puesto todos sus esfuerzos.
Una vez entregado el texto, debe ser aprobado por el Parlamento, para lo que necesita mayoría simple. Tras su aprobación, será sometido a referéndum popular en un plazo no superior a dos meses.