Las 'Simonas' italianas fueron liberadas a cambio de operar a cuatro terroristas iraquíes
La operación fue ocultada a los EEUU y los terroristas fueron operados por médicos de la Cruz Roja
Irak vuelve a saltar de nuevo en forma de escándalo en una de las naciones con tropas allí presentes. La Cruz Roja italiana atendió a "cuatro supuestos terroristas iraquíes" en su hospital de Bagdad para asegurar la liberación de las dos cooperantes italianas secuestradas Simona Pari y Simona Torretta. Así lo asegura un destacado responsable de Cruz Roja, en declaraciones recogidas hoy por el diario La Stampa. Todo se hizo de espaldas a EEUU y con el beneplácito del gobierno italiano.
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Maurizio Scelli, jefe saliente de la Cruz Roja italiana, cuenta que ocultó el pacto a las autoridades estadounidenses debido a "una condición no negociable" impuesta por los mediadores iraquíes que le ayudaron a lograr la liberación de Simona Pari y Simona Torretta, secuestradas el 7 de septiembre y liberadas el 28 de septiembre.
"Los mediadores nos pidieron que salváramos la vida de cuatro presuntos terroristas buscados por los estadounidenses y que fueron heridos en combate. Los ocultamos y los llevamos a los médicos de la Cruz Roja, que los operaron", dijo Scelli según el diario.
Llevaron a los insurgentes heridos a un hospital de Bagdad en un jeep y en una ambulancia, tras pasarlos ocultos por dos controles de carretera estadounidenses, cubiertos con mantas y cajas de medicinas, dijo Scelli. Como parte del acuerdo, cuatro niños iraquíes que sufrían de leucemia fueron llevados a Italia para ser atendidos, indicó.
Italia estuvo de acuerdo en ocultárselo a EEUU
Scelli dijo haber informado al gobierno italiano del acuerdo y de su decisión de ocultarlo a Estados Unidos, mediante la colaboración de Gianni Letta, subsecretario del gobierno del primer ministro Silvio Berlusconi, que estuvo encargado de las crisis de los rehenes italianos en Irak. Según Scelli, Letta estuvo de acuerdo en ocultar las gestiones a los estadounidenses: "Nadie debía saberlo. Sobre todo, los americanos no debían saberlo", dijo.
Scelli dijo que en aquel momento consultó con el agente secreto italiano Nicola Calipari, que murió en marzo al ser tiroteado el coche en el que viajaba con otro agente y otra rehén italiana liberada al pasar por un control estadounidense cerca del aeropuerto de Bagdad.
Italia y Estados Unidos emitieron informes diferentes sobre su muerte. Los estadounidenses echaron gran parte de la culpa a los italianos, por no haber comunicado que había una operación de rescate en marcha.
El Gobierno niega todo conocimiento
Si el acuerdo se confirma, supondría un motivo de sonrojo para el primer ministro, Silvio Berlusconi, que el pasado mes de septiembre negó que Italia hubiese atendido a las exigencias de rescate de los secuestradores para liberar a las dos mujeres.
De momento, el Gobierno italiano ha negado haber intervenido en las negociaciones. En un comunicado, el ejecutivo de Berlusconi indica que la reconstrucción de los hechos se enmarca en "la esfera de autonomía, nacional e internacional, de la Cruz Roja".