La paradoja del candidato Horie
El empresario de Internet elegido por Koizumi para remplazar a los 'rebeldes' en las elecciones del día 11 no podrá utilizar la Red durante su campaña
Madrid
Japón es en la actualidad uno de los países con mayor porcentaje de ciudadanos conectados a Internet por banda ancha, pero una legislación con cinco décadas de antigüedad prohíbe utilizar en campaña electoral medios como la televisión o la Red. Una norma que afectará especialmente a Takafumi Horie, propietario de uno de los portales japoneses más populares que se ve obligado a buscar votos megáfono en mano para las elecciones del 11 de septiembre.
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En el pasado Japón vivió cierto retraso en la implantación de Internet respecto a otros países desarrollados, pero en la actualidad las conexiones de alta velocidad están muy extendidas y sus ciudadanos disfrutan de algunas de las tarifas de conexión más bajas del mundo. Partidos políticos y parlamentarios no han desaprovechado el escaparate que esto supone, y lanzan su mensaje en sus páginas de Internet a todo aquel que quiera escucharlo. Con el 'clic' de un ratón puede accederse a un vídeo en el que el todavía primer ministro, Junichiro Koizumi, habla sobre su agenda de reformas, o al principal candidato opositor, Katsuya Okada, subrayando la necesidad de un cambio en el Gobierno.
Además, muchos parlamentarios tienen sus propias páginas y escriben 'blogs' a diario, o envían por correo electrónico semanalmente revistas virtuales gratuitas, explicando sus actividades en el Parlamento y mostrando la política desde dentro. Sin embargo, el lanzamiento oficial de la campaña la semana pasada llevó a todo esto a detenerse, y los sitios no se actualizan. Este apagón se debe a que una ley electoral de cinco décadas de antigüedad prohíbe a los candidatos la utilización de imágenes visuales que puedan llegar a un enorme y no especificado número de personas, lo que se interpreta que incluye las campañas en Internet.
El primer ministro convocó a elecciones después de que diputados 'rebeldes' de su propio partido, el Liberal Democrático (PLD), ayudaran a derrotar un proyecto de ley con el que el Gobierno pretendía privatizar el sistema de correos, el núcleo de su agenda de reformas.
Una estrella de Internet
Horie es un independiente nombrado a dedo por Koizumi para competir contra el líder de los 'rebedes', a quien pretende arrebatar un escaño de Hiroshima. Apodado 'Horie-mon' por su parecido con el irreverente personaje de dibujos animados Doraemon, este empresario saltó a las primeras páginas cuando desde su exitoso portal de Internet Livedoor intentó hacerse con el control de un gran grupo de comunicación, Fuji TV.
"Hago campaña durante 16 o 18 horas diarias. Mi cerebro no funciona", cuenta el candidato, que ha saltado de las webs a un vehículo en el que recorre Japón pueblo a pueblo. Sobre la prohibición de hacer campaña en la Red, Horie lo tiene claro. "Es ridículo. La razón por la que no puede ser revisada es que tenemos un puñado de legisladores que no entienden Internet", afirma.
Los analistas señalan que si el PLD no ha cambiado esa legislación es precisamente porque le favorece, dado que su granero de votos se encuentra entre personas de avanzada edad de las zonas rurales, poco habituados a conectarse. Además, hay quien señala que el impacto de una campaña política en la Red sería menor. El problema es que "los japoneses no confían en Internet" según un profesor del departamento de Estudios de Medios en la Universidad de Tokio. "No alteraría el comportamiento de los votantes, como los panfletos. No tienen impacto", sostiene el académico.
Internet se cuela en la campaña
Aunque tenga prohibido llevar la campaña a Internet, Horie puede hacer el movimiento inverso, y llevar a Internet a la campaña. Lo hizo el mes pasado, cuando incluyó entre los invitados a una fiesta electoral en el cuartel general del PLD a 30 bloggers para intercambiar opiniones sobre el uso de las nuevas tecnologías.
El candidato sostiene que pese a la ley, Internet está jugando un papel en la campaña. "Cada vez que le doy la mano a alguien me toman una fotografía con el teléfono móvil ( ). Estoy seguro de que luego le mandan la imagen a sus amigos, así que en cierto modo se está usando Internet, aunque sea de forma indirecta".