El 'Rita', degradado a una tormena de categoría uno

La tormenta 'Rita', que había alcanzado su máxima fuerza el jueves en medio del Golfo de México, no ha sido tan devastadora como esperaban los responsables estadounidenses. Los vientos, que ya no superan los 120 kilómetros por hora, han provocado destrozos en viviendas del área de Texas.

Aunque se preveía que su entrada podría crear una crecida de las aguas en la costa del Golfo de México de unos seis metros de altura y se temía el desbordamiento del río Calcasieu en Lake Charles, sólo algunos incendios y cortes de luz se han registrado en la entrada de esta tormenta tropical.

Casi todas las localidades del área fronteriza entre Texas y Luisiana, donde a primera hora de la mañana tocaba tierra el 'Rita', han sufrido pérdidas de suministro eléctrico y se han registrado varias explosiones de transformadores locales y numerosos pequeños incendios de casas y establecimientos.

Sin embargo, en otros municipios, como Friendwoods, las autoridades locales han pedido a sus residentes que regresen. "Nuestras calles están limpias y los ciudadanos pueden regresar a su ciudad, simpre y cuando comprueben las condiciones de viaja y los lugares por los que tienen que cruzar", ha señalado el alcalde Ron Cox.

Por su parte, el Gobierno de EEUU ha tratado de evitar los errores de imprevisión que cometió con el 'Katrina'. Por ello, ha desplegado más de 50.000 soldados y ha instalado una unidad de "coordinación de la defensa" en Austin (Texas). Además, el presidente George W. Bush ha pernoctado una base militar de Colorado, desde donde

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Desde allí visitará las ciudades texanas de San Antonio y Austin, y si 'Rita' rebaja su potencia, tal y como ha ocurrido, se ha anunciado la posible visita a Houston. Esta presencia le ha permitido no estar este fin de semana en la Casa Blanca, donde está prevista la llegada de una manifestación de activistas contra la guerra de Irak.

Los españoles se encuentran bien, según Moratinos

Desde el Gobierno español, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha confirmado en los micrófonos de la Cadena SER, que los 3.500 españoles que están registrados en Texas se encuentran "bien".

Moratinos ha señalado que ante la "gravedad del huracán", su ministerio encargó a la embajada de Washington y al consulado de Houston un "seguimiento preventivo" de las posibles consecuencias de este fenómeno.