Pero, ¿cuánto dinero maneja realmente la Iglesia?
¿Cuánto aporta cada año el Estado a las arcas de la Iglesia católica, dinero que se suma a lo que aportan los fieles a través de la casilla del IRPF? Si fuera verdad lo que a menudo esgrimen los obispos, que más del 80 por ciento de españoles son católicos y católicos convencidos, bastaría que destinasen ese porcentaje para su sostenimiento. Sin embargo, a la hora de declarar, hay algunos fieles convencidos y militantes, y la mayoría, que cuando declara a Hacienda, se olvida de sus convicciones religiosas.
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Para este año los presupuestos del Estado fijan la partida de financiación de la Iglesia Católica en 141 millones de euros. Parte de ese dinero se recauda a través de la llamada casilla católica en la declaración de la renta. Pero no todos los católicos destinan sus impuestos a la Iglesia, y el Estado tiene que aportar el resto. El año pasado las arcas públicas tuvieron que aportar más de 32 millones de euros.
A ésto hay que sumar los 500 millones de euros anuales que a la Administración pública le cuesta pagar los sueldos de los profesores de religión. Los colegios concertados religiosos reciben de las administraciones educativas cerca de 2.500 millones de euros al año. Para 2006, el Ministerio de Cultura tiene una partida presupuestaria de casi 9 millones de euros (8.870.000 millones) para el plan de catedrales.
Estas son partidas cuantificadas, pero hay otras que sería más difícil de precisar y que vienen por la vía de privilegios fiscales. Por ejemplo,la Iglesia está exenta de pagar el IVA en la adquisición de objetos destinados al culto y del pago del impuesto de sucesiones y transmisiones patrimoniales. Las viviendas de los sacerdotes también están exentas del pago del Impuesto de Bienes Inmuebles.