El juez aplaza el juicio a Sadam Husein hasta el próximo 5 de diciembre

Tranquilo, con aspecto saludable y el Corán bajo el brazo. Así ha reaparecido hoy Sadam Husein ante el tribunal que le juzga en Bagdad por la muerte de 143 chiíes en 1982. El ex dictador iraquí ha pedido al juez, en la reanudación del proceso tras 40 días de interrupción, que envíe un requerimiento al Ejército de EE UU para que le trate bien durante su cautiverio. El juez ha aplazado el juicio para que se designen a nuevos abogados para Husein tras el asesinato de dos de ellos.

El juez principal del Tribunal Especial que juzga al ex presidente iraquí Sadam Husein y a otros altos dirigentes del antiguo régimen, Rizgar Mohamed Amin, ha ordenado el aplazamiento del proceso hasta el próximo 5 de diciembre para que los abogados puedan reemplazar a los letrados que han sido asesinados desde el inicio del juicio y a un tercero que ha huido del país tras resultar herido en un atentado.

El Tribunal había ofrecido a tres abogados de oficio para sustituir a los ausentes, pero el ex vicepresidente Taha Yassin Ramadan rechazó el letrado que se le había propuesto e insistió en su derecho a elegir a su propio representante. El medio hermano de Sadam y también acusado Barazan Ibrahim también denunció ante el tribunal que no ha recibido tratamiento médico adecuado desde que se le ha diagnosticado cáncer, lo cual calificó de "asesinato indirecto".

Sadam Husein anunció ante el Tribunal que ha redactado tres o cuatro memorandos al juez desde el pasado 19 de octubre, cuando comenzó el jucio, pero no recibió respuesta. El juez aseguró que no fue informado de estos memorandos.

Abogados asesinados

El equipo legal del ex dictador estaba presente en la sala, después de que suspendiera temporalmente el contacto con el tribunal tras el asesinato de dos de los abogados defensores, del intento fallido de acabar con la vida de su coordinador, Rahid Youhi, y de las amenazas vertidas contra los testigos. El primero de los abogados de Sadam que fue asesinado murió tiroteado el 20 de octubre, un día después de que comenzara el juicio, mientras que el segundo falleció de la misma forma el pasado día 8.

Tras la sesión inicial del proceso judicial, el jefe del tribunal, Rizgar Mohammed Amin, admitió que decenas de testigos habían rehusado presentarse ante la justicia por temor a perder sus vidas. Sin embargo, se espera que hoy al menos cinco personas suban al estrado para testificar en el juicio, que se ha celebrado en una sala acondicionada de la denominada zona verde, el recinto amurallado tras el que se parapetan las dependencias del Gobierno iraquí y las embajadas de Estados Unidos y Reino Unido.

Crimen contra la humanidad

El tribunal, auspiciado por Estados Unidos, juzga a Sadam y a sus siete colaboradores por un crimen contra la Humanidad supuestamente cometido en 1982 en la aldea de Dujail, al norte de Bagdad. La fiscalía acusa a los encausados de ordenar la matanza de 143 ciudadanos chiíes en represalia por un fallido intento de asesinato sufrido por Sadam cuando transitaba por la citada población.

En la primera vista, un desafiante Sadam Husein cuestionó la legitimidad del tribunal y, al igual que sus compañeros, se declaró "no culpable". En caso de ser hallados culpables, los encausados pueden ser condenados a la pena capital.

A favor y en contra

Decenas de habitantes de la ciudad iraquí de Dujail, de mayoría chií, se han manifestado hoy para pedir la pena de muerte para Sadam Husein. Los manifestantes han salido a las calles horas antes de que se reanudara el juicio contra el derrocado dictador y siete de sus colaboradores.

Más al norte, en la localidad de Tikrit, ciudad natal del tirano caído, decenas de personas han marchado por las calles para exigir que se cancele el juicio. Los congregados, en su mayoría estudiantes de secundaria, han izado retratos de Sadam y a gritos se han declarado dispuestos a derramar su sangre para defender al dictador.