El PP insta a Zapatero a aceptar su oferta de negociación y el Gobierno le responde que Rajoy no tiene credibilidad

El portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Eduardo Zaplana, instó hoy al presidente del Gobierno a decidir con urgencia si acepta o no la nueva oferta de diálogo del líder de la oposición por ser una "de las últimas oportunidades que le quedan" para reconducir la "crisis". El secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, ha asegurado que Rajoy no tiene "credibilidad" porque es "prisionero de sus palabras" y es difícil creer a alguien cuando te tiende una mano y con la otra te está empujando.

Además, Zaplana calificó de "chapuza" las enmiendas que registró ayer el PSOE en la Cámara por ser realmente "escritos, declaración de intenciones o términos de negociación" e insinuó que caben medidas parlamentarias para denunciarlo, aunque no quiso concretar hasta tener una respuesta de Zapatero.

En rueda de prensa en el Congreso, recordó que el Reglamento de la Cámara apunta que cualquier enmienda de modificación o adhesión debe incluir la redacción alternativa que se proponga. Según Zaplana, la mayoría de las enmiendas de este tipo registradas por el PSOE no recogen alternativas, son "ambiguas" y constituyen un "atropello a los procedimientos reglamentarios". "Llegado el momento de votar, *qué votaremos?", expresó.

El Gobierno pide calma

El secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, eludió responder a la petición del PP de negociar las enmiendas al proyecto de reforma del Estatuto catalán, pidió a los populares "rigor", que generen "buen clima" y que no contribuyan a incrementar la crispación. En su opinión, Rajoy no tiene "credibilidad" porque es "prisionero de sus palabras" y dice que es difícil creer a alguien cuando te tiende una mano y con la otra te está empujando.

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Moraleda reconoció que, en estos momentos, se está en una "fase decisiva" en la negociación del Estatut, por lo que pidió "calma y sosiego" y expresó la voluntad del Ejecutivo de "alcanzar un acuerdo". Argumentó, en este sentido, que "la precipitación no es buena consejera".

Tras este preámbulo, pasó a criticar a Mariano Rajoy, después de que el PP presentara enmiendas al proyecto de reforma del Estatuto catalán. Así, apuntó que "el valor de la palabra es lo más importante" y que en la política parlamentaria, "la palabra es la que determina el buen y el mal político",

En su opinión, Rajoy no tiene "credibilidad" porque es "prisionero de sus palabras" y dice que es difícil creer a alguien cuando te tiende una mano y con la otra te está empujando.