La Sindicatura de Cuentas catalana revela graves irregularidades en la adjudicación de obras entre 1995 y 2000
Era práctica habitual el fraccionamiento de los contratos para poder adjudicarlos a dedo
Los informes de la Sindicatura de Cuentas de Cataluña correspondientes al periodo 1995-2000, revelan, según ha sabido la Cadena SER, que ha sido práctica habitual de la Generalitat catalana el fraccionamiento de los contratos por obras y servicios de todo tipo. De esta manera podían ser adjudicadas de forma directa, es decir, sin concurso público ya que la ley regula que, a partir de 2 millones de las antiguas pesetas, la administración ha de someter a concurso público la adjudicación de obras y servicios.
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La Sindicatura de Cuentas ha encontrado decenas de casos que afectan a diversos organismos públicos fiscalizados durante esos años, en los que se han fraccionado contratos y no se han respetado los requisitos de transparencia y publicidad que marca la ley a la hora de hacer las adjudicaciones.
La sindicatura ha detectado decenas de casos de presuntas irregularidades pero nunca los ha puesto en conocimiento de la justicia por entender que no se trataba de una actuación delictiva.
En fuentes Jurídicas llama la atención que, a pesar de la literalidad y la reiteración de las presuntas irregularidades, en ningún caso se pusieron en manos de la fiscalía para someter a la consideración del ministerio público su alcance o la eventual existencia o no de delito.
Adigsa y Ferrocarriles
El sindicato de cuentas en sus informes genéricos de los años 1995 a 2000, ha detectado que organismos como por ejemplo la Escuela de Policía de Cataluña, El Instituto de Seguridad Viaria, el Centro de Telecomunicaciones de la Generalitat, La Agencia de Evaluación de Tecnología Médica, Ferrocarriles de la Generalitat o, por ejemplo, y de forma especial, Adigsa, han cometido presuntas y reiteradas irregularidades en la adjudicación de obras y servicios y en el trámite de contratación.
Así se observa, por ejemplo, que durante los años 98 al 2000, Ferrocarriles de la Generalitat fraccionó el importe de decenas de contratos millonarios a una sola empresa informática; contratos que, al ser inferiores a los dos millones de las antiguas pesetas, fueron adjudicadas de forma directa, sin concurso público.
El informe del año 98 sobre Adigsa especifica textualmente que la empresa recibió pedidos por encima del coste por el que fue contratado, por lo que era preceptivo y necesario nuevos contratos que nunca se llegaron a firmar.
Continúan con el informe de ADIGSA del 98, en 21 expedientes de adjudicación de obra pública por debajo de los dos millones de pesetas. En todos los casos, los constructores acabaron facturando por encima de la mencionada cifra de los 2 millones de pesetas.
CiU: "Son irregularidades, no delitos"
El estudio de la sindicatura presenta reiterados casos en los que se denuncia la poca transparencia en el trámite de contratación y concesión de obras y servicios. Según la sindicatura, se han otorgado contratos sin escuchar ofertas de otras empresas rompiendo el principio de publicitad y de competencia que marca la Ley.
CiU que gobernaba en el periodo 95 2000 ha declarado a través d eun portavoz, que estas prácitas recogidas por el sindic, pueden ser irregulares pero nunca delictivas y que son, según ellos, prácticas habituales en todas las administraciones.