Varapalo del Supremo de EEUU a Bush al respaldar la ley de suicidio asistido de Oregón
Critica duramente al ex ministro de Justicia John Ashcroft
La administración Bush no puede impedir que los médicos ayuden a terminar con su vida a pacientes terminales bajo la única ley de suicidio asistido de los Estados Unidos, según el Tribunal Supremo de este país. En una votación de 6 contra 3, el alto tribunal de EEUU ha dictaminado que en 2001, el entonces fiscal general (ministro de Justicia) John Ashcroft hizo una interpretación restrictiva de la ley federal al impedir la distribución de los fármacos necesarios para asistir los suicidios haciendo caso omiso de la ley de Oregón que lo autorizaba.
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En una derrota dolorosa para la administración, los magistrados respladan una primera sentencia que concluía que la orden de Ashcroft era ilegal e incumplible, y que había sobrepasado su autoridad.
La ley de Oregon, llamada Ley Morir con Dignidad, fue aprobada dos veces por los votantes del estado. La única ley 'regional' en el país que permite a los médicos asistir al suicidio ha sido utilizada por más de 200 personas desde que se entró en vigor en 1997.
Bajo la ley de Oregón, los pacientes terminales deben lograr un certificado de al menos dos médicos que confirmen su estabilidad mental y que le quedan menos de seis meses de vida. Los doctores pueden entonces recetar fármacos letales y los pacientes administrárselos ellos mismos.
La orden de Ashcroft declaró, esgrimiendo la ley de Control de sustancias, que asistir al suicidio no es un propósito médico legítimo y que recetar fármacos federalmente controlados iba en contra de una ley federal. Además, la orden del ex fiscal general (ministro de justicia), amenazaba con retirar la liciencia a los médicos y farmacéuticos que prescribieran dichas drogas.