Cuatro muertos en disturbios junto a la base española en Afganistán

Madrid

El ministro de Defensa, José Bono, informó hoy de que se han registrado al menos tres muertos en enfrentamientos entre chiíes y suníes en la provincia afgana de Herat (oeste del país), donde se encuentran desplegadas las tropas españolas, que, según indicó, no han intervenido.

Fuentes militares explicaron a Europa Press que los enfrentamientos entre chiíes y suníes se originaron tras la explosión de una granada y que además de los fallecidos se registraron unos 150 heridos.

El titular de Defensa indicó que el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general de Ejército Félix Sanz, le ha comunicado esta misma mañana dichos enfrentamientos y que el contingente español en la provincia, compuesto por más de 370 efectivos, no ha tenido que intervenir en los disturbios ni ha sido requerida su actuación. Bono calificó lo sucedido de "noticia triste y lamentable".

Según la Policía afgana, unos 300 suníes atacaron con piedras una mezquita chií mientras se celebraba el llamado 'duelo de Ashura', y los chiíes respondieron atacando un campo de refugiados, lo que desencadenó los enfrentamientos. Por el momento, las autoridades afganas hablan de al menos dos muertos y más de 40 heridos en la ciudad de Herat, capital de la provincia del mismo nombre.

Las tropas españolas desplazadas en Herat tienen su base en aeropuerto de la ciudad, donde no se han registrado disturbios. También hay soldados en Qala i Naw, donde tampoco hay noticias de enfrentamientos.

Repliegue

Por otro lado, se espera que mañana llegue al puerto de Karachi (Pakistán) el buque que traerá a España unas 2.000 toneladas de material empleado en la Operación Respuesta Solidaria II, de ayuda a las víctimas del terremoto del pasado 8 de octubre, y el lunes deben volar de regreso los últimos 30 soldados españoles.

Los trabajos del batallón de ingenieros, empeñado durante dos meses en la reconstrucción de escuelas, hospitales o carreteras, concluyeron el 11 de enero, pero la retirada ha durado otro mes debido a la complejidad de la operación y también al propósito de ahorrar.

"Nuestra prioridad ha sido la seguridad del personal. Luego, la del material. Por último, hacerlo de la forma más económica posible", explica el comandante Luis Sanz Muñoz, del Mando de Ingenieros de Salamanca, al frente de la operación.