Miles de personas piden en Bilbao un proceso de paz "sin exclusiones"
Los asistentes, convocados por los partidos nacionalistas excepto el PNV, corean lemas a favor de la amnistía y la independencia
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La marcha había sido convocada por la formación ilegalizada Batasuna, junto con Eusko Alkartasuna, Aralar, ANV, Zutik y el partido vascofrancés Abertzaleen Batasuna y por los sindicatos ELA y LAB, además de otros grupos menores. No ha asistido oficialmente ningún miembro del Gobierno Vasco (aunque como militantes de EA lo han hecho sus tres consejeros en el Ejecutivo autonómico), ni del PSE/EE, PP y EB. El PNV se pronunció en contra de la asistencia a esta manifestación, y esta misma mañana el presidente peneuvista, Josu Jon Imaz, recordaba que había sido una decisión unánime de la ejecutiva nacionalista y que los militantes del partido no debían secundar la convocatoria. Este llamamiento no ha impedido que las juventudes del PNV secundaran la marcha.
Los asistentes han coreado de forma reiterada lemas reclamando el acercamiento de los presos a Euskadi ahora que las armas han callado. Gritos como "presos vascos a Euskadi", "amnistía total", "presos a la calle" e "independencia" han sido escuchados con insistencia. En declaraciones previas al inicio de la marcha, Pernando Barrena, en nombre de la ilegalizada Batasuna, ha manifestado que para su formación es "una prioridad absoluta, en este momento político, el poner en marcha, a la mayor brevedad posible, la mesa para la resolución del conflicto".
Respaldo del sacerdote norirlandés Alec Reid
Junto a los dirigentes vascos ha acudido una representación exterior formada por el sacerdote norirlandés Alec Reid, mediador en el proceso de paz de Irlanda del Norte, y los dirigentes de Esquerra Republicana de Catalunya, Joan Puigcercós, Joan Tardá y Joan Puig. Al término de la marcha, que ha concluído en el Ayuntamiento bilbaíno, los organizadores han leído un manifiesto en el que se afirma que su objetivo es "sumar esfuerzos en favor de una solución democrática" y que con la manifestación pretendían "ofrecer un compromiso popular" que facilite dicho objetivo. El manifiesto reclama "un proceso de resolución democrática" para hacer frente al "conflicto" y a la "negación del derecho a decidir que padece Euskal Herria". "El proceso de resolución democrática debe contar con el apoyo y la ayuda de los ciudadanos, para así poder avanzar firmemente, por encima de todas las agresiones sufridas y de todos los obstáculos", añade.
El texto preparado por los convocantes establece las bases que, en su opinión, debe reunir el "proceso de resolución". "Debe ser abierto, que dé opción a todos los agentes, sin ningún tipo de exclusiones", afirma el manifiesto en el que, además, se señala que "debe corresponder a toda Euskal Herria, debe englobar a todos los territorios y a toda la ciudadanía de Euskal Herria". "En la medida en que el conflicto político afecta a todas las personas que vivimos en Euskal Herria, todas debemos tener la oportunidad de manifestarnos en su resolución", agrega. Los grupos nacionalistas sostienen que "la última palabra corresponderá a todos los vascos" y que "basándose en la historia y pluralidad política e institucional de Euskal Herria, se deberán trabajar y consensuar las fórmulas para que todas las personas de Euskal Herria puedan manifestar su opinión". También afirma que "el proceso de resolución" deberá reconocer "todos los derechos de todos los ciudadanos vascos" y que el fin último es "lograr un amplio acuerdo que reúna los diferentes puntos de vista y las diferentes sensibilidades".
El manifiesto termina reclamando "la presencia y participación de observadores internacionales" para que "el proceso" continúe "con paso firme".