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Un centenar de detenidos en la desarticulación de una red de tráfico de mujeres rusas

La operación policial se ha desarrollado en Almería, Córdoba, Santa Cruz de Tenerife, Granada y Zaragoza

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han desarticulado una red delictiva, cuyos principales responsables se habían afincado en España y que contaba con una amplia infraestructura en Rusia, dedicada a la introducción ilegal de ciudadanas rusas para su explotación sexual en España.

La operación policial se ha desarrollado en Almería, Santa Cruz de Tenerife, Córdoba, Zaragoza y Granada y ha culminado con la detención de un centenar de personas de distintas nacionalidades, según informó hoy el Ministerio del Interior.

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Las investigaciones se iniciaron en mayo del pasado año, a raíz de la denuncia formulada en la Comisaría Provincial de Almería por una mujer que había sido objeto de amenazas y coacciones por parte de integrantes de una organización criminal integrada por ciudadanos rusos y españoles. Con anterioridad, a finales de 2004, la policía alemana había detectado en el aeropuerto de Dusseldorf a ocho mujeres rusas que transitaban por Alemania con destino a España, portadoras de visados Schengen expedidos por la representación consular de Francia en Moscú.

Estas mujeres declararon a los policías alemanes, antes de ser retornadas a su país de origen, que iban a España a ejercer la prostitución en locales de alterne, controladas por una red criminal rusa cuya base de operaciones estaba en Moscú. Las investigaciones realizadas permitieron conocer que la organización se encargaba de la obtención de visados y billetes de avión. Todas las mujeres eran captadas en Moscú por un individuo conocido como Andrei.

Los integrantes de la red disponían de una cuenta bancaria a travès de la cual se compraban los billetes de avión de las mujeres rusas que venían a España a prostituirse, utilizando visados Schengen emitidos por la embajada francesa en Moscú.

Formaban parte del grupo personas de nacionalidad rusa, que captaban en su país a las víctimas para su introducción ilegal en España, y españoles que regentan los locales donde las mujeres eran obligadas a ejercer la prostitución.

El principal implicado en estas actividades era un ciudadano ruso conocido como "Andrei", "Yuri" o "Yan", propietario de varias agencias de viaje en su país a través de las cuales gestionaba la documentación necesaria para la introducción de las mujeres en España. Este individuo tenía permiso de trabajo y residencia en España y estaba domiciliado en la provincia de Almería. Una vez en España, las víctimas eran recogidas en el aeropuerto de Almería y trasladadas hasta Granada, donde comenzaban a trabajar en un club denominado "Punto G". Posteriormente eran enviadas a otras ciudades.

 
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