El vocal del PP de la gestora marbellí afirma que no habría dimitido de no ser por la polémica

El abogado Salvador Guerrero, vocal propuesto por el PP para ocupar la Delegación de Hacienda en la comisión gestora que gobernará Marbella (Málaga) hasta las elecciones de mayo de 2007, afirmó hoy que de no haber sido por la polémica suscitada, a raíz de que defienda a uno de los imputados en el caso ''Malaya'', no habría dimitido y "hubiese dado la batalla". Además, dijo haber echado en falta el "apoyo" del presidente de este órgano, Diego Martín Reyes, y del resto de miembros.

En su primera y última rueda de prensa como vocal de Hacienda, Guerrero se despidió. "He tomado la determinación de causar baja en esta gestora porque pienso que es hora de recuperar la imagen de este pueblo. Sin embargo, mi renuncia no está condicionada por la petición que desde el Partido Popular se me ha realizado para que dimitiese, sino que la aceptación y renuncia se produce desde mi absoluta independencia", aseguró.

Guerrero insistió en que su situación no representa ningún caso de "incompatibilidad", añadiendo que ésta sólo se daría cuando "el vocal que sea abogado dirija un caso contra el Ayuntamiento, momento en el que tendría que optar entre una u otra cosa".

Falta de apoyo

El letrado reiteró que ha echado en falta el apoyo tanto del presidente de la gestora como del resto de los vocales y consideró "precipitadas" e "injustificadas" las críticas que sobre él se han vertido.

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"Mi permanencia en esta gestora no sólo es un deber como ciudadano de Marbella, sino que es, además, mi derecho fundamental, el participar en las instituciones públicas", expresó.

En este sentido, Guerrero dijo que "los tribunales vienen reiterando que no se puede acudir a la analogía o a la interpretación extensiva y que las causas de incompatibilidad deben entenderse restrictivamente".

Aseguró que tiene sentimientos "encontrados" porque siempre pensó que esta ciudad necesitaba personas que fuesen capaces de "dar un paso al frente, con ganas de trabajar y con honestidad y de una cosa y otra me considero suficientemente dotado", aseveró. Agregó que "si se me releva, me siento contento también porque a nadie le agrada un sacrificio, además incomprendido".

Precisamente, comentó que cuando el PP le propuso este cargo, "el lunes, a las 11 de la noche", declaró que "estaría dispuesto a aceptar el puesto y que lo consideraba un deber si habían contado conmigo, pero que había un handicap importante, que era la incompatibilidad con mi trabajo porque había oído rumores de que el reglamento establecía la incompatibilidad con el trabajo profesional de la persona que se integrara en la comisión y, naturalmente, eso no estaba dispuesto a aceptarlo".

"Entonces se me confirmó que no, que no había ningún tipo de incompatibilidad y que podría seguir atendiendo a mis clientes y podría seguir realizando mi trabajo", concluyó.