El Senado de EEUU rechaza la enmienda constitucional que quería prohibir el matrimonio gay
Bush se había declarado "orgulloso" de apoyar esta enmienda
La enmienda constitucional presentada por el Partido Republicano para definir el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer y, por tanto, prohibir el matrimonio entre personas del mismo sexo, no logró, como ya se esperaba, el apoyo necesario del Senado norteamericano.
Durante los últimos tres días, el Senado ha mantenido un debate sobre la necesidad o no de enmendar la constitución norteamericana de forma que se defina el matrimonio de la manera tradicional. La enmienda contó con el apoyo de 49 senadores y el voto en contra de 48, no logrando alcanzar la cifra necesaria de 67, dos tercios del Senado, para ser aprobada.
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La decisión de plantear de nuevo esta enmienda, ya se realizó con anterioridad, ha sido vista desde numerosos sectores de grupos de derechos civiles como un intento de los republicanos por atraer las bases conservadoras insatisfechas con la política de Bush -cuya popularidad se encuentra bajo mínimos-, sobre todo en temas como inmigración.
Siete senadores republicanos, la mayor parte de ellos de la costa noreste de Estados Unidos, votaron contra la enmienda constitucional. Por su parte, dos demócratas expresaron su apoyo a la misma, mientras que dos demócratas y un republicano no se pronunciaron, absteniéndose de participar en la votación.
La decisión de enmendar la constitución, lo que supondría prohibir a los estados reconocer el matrimonio gay, es un tema controvertido en Estados Unidos, ya que mientras existe una generalizada oposición a equiparar a las parejas gays con las heterosexuales, también hay un rechazo a una enmienda que actúe sobre las decisiones estatales.
El senador republicano por Arizona John McCain, considerado uno de los posibles candidatos presidenciales para 2008, afirmó que la mayor parte de los americanos no estaban convencidos de que sus representantes o jueces fueran a ampliar la definición de matrimonio. Por su parte, el demócrata por Massachusetts Edward Kennedy calificó la maniobra republicana de "intolerante pérdida de tiempo".