Alemania, primera semifinalista tras derrotar a Argentina en la tanda de penaltis (4-2)
Al final del encuentro se llegó con empate a un gol
Alemania mostró su título de propiedad del Mundial 2006, venció a Argentina en los penaltis (4-2) con dos paradas de Jens Lehmann tras un empate a uno en 120 de juego y se clasificó semifinalista. Tras el partido, el seleccionador argentino, José Pékerman, anunció su marcha, lo que abre las puertas a Maradona para el banquillo de la selección albiceleste.
La selección de Alemania sudó para mantenerse viva en su Mundial frente a un equipo que presentó lucha en todo momento, que estuvo arriba en el marcador entre los 48 y los 80 minutos y que mantuvo posibilidades de ganar hasta el final en un encuentro de alto voltaje futbolístico y emocional.
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Tras poner en práctica ambos equipos algunos recursos para imponer respeto y marcar terreno, el partido comenzó a jugarse cerca de las áreas a los 15 minutos, cuando Ballack remató de cabeza desviado tras superar en el salto a Coloccini.
La respuesta argentina no se hizo esperar con una jugada de lujo del movedizo Tevez, que hizo pasar el balón entre las piernas de un rival, y dos aproximaciones de Sorín a la meta de Lehmann. Hasta ahí ocurrió lo más picante de la primera parte.
Argentina no supo mantener la ventaja
Pero los albicelestes habían comenzado a hacer su trabajo: imponer el ritmo de juego, regularlo, dejar que Juan Román Riquelme ordenara la estrategia y hacerse del balón. A los 48 minutos, a la salida de un córner lanzado por Riquelme, el defensa Ayala sacó ventaja sobre Klose en el salto y con un cabezazo frontal abrió el marcador.
Y tras el gol, Ayala regresó a su finca y se convirtió en el pilar de una defensa que aguantó los embates alemanes, desordenados, más apurados que punzantes, en uno de los cuales Klose se llevó por delante a Abbondanzieri, por lo que tuvo que ser sustituido por Leo franco.
Sin Riquelme, Alemania jugó mejor
Argentina necesitaba reforzar el bloqueo en la mitad del campo, impedir que Alemania se quedara con la pelota, y entonces Cambiasso reemplazó a Riquelme en momentos de lucha tensa, vibrante, excitante.
El equipo de Pékerman se defendió con garra, se esforzó por reducir la capacidad de ataque de los locales, pero en el minuto 80 Ballack abrió el ataque con un centro que tocó de cabeza hacia atrás Borowski y Klose remató de cabeza a gol.
El conjunto anfitrión, en el que tuvo un alto rendimiento Odonkor por la banda derecha, mantuvo la iniciativa, y Argentina retrasó sus líneas en el primer cuarto de hora de la prórroga, con lo cual Tevez y Cruz, que había salido al campo por Crespo, quedaron aislados. En los minutos finales los argentinos intentaron instalarse en el área alemana, un pelotazo de Coloccini desde larga distancia dio en el larguero, Tevez estuvo cerca dos veces, y el tiempo ni las virtudes alcanzaron. Los penaltis resolvieron el asunto.
En los remates decisivos acertaron los alemanes Neuville, Ballack, Podolski y Borowski. Apuntaron bien los argentinos Cruz y Maxi Rodríguez, pero el portero alemán paró los de Ayala y Cambiasso.
Final con trifulca
El mánager de la selección alemana, Oliver Bierhoff, estuvo en el centro de la trifulca que se desató en pleno terreno de juego al final del partido. Varios jugadores argentinos reaccionaron con indignación y rodearon a Bierhoff. Durante más de un minuto hubo empujones y golpes por ambos bandos. El árbitro, el eslovaco Lubos Michel, y oficiales de la FIFA se vieron envueltos en la caótica refriega, que se disolvió segundos después ante la mirada de 72.000 espectadores que abarrotaban el estadio Olímpico.
