La francesa Amelie Mauresmo se proclama campeona de Wimbledon
La tenista número uno del mundo, la francesa Amelie Mauresmo, se proclamó hoy campeona de Wimbledon, tras vencer en la final a la belga Justine Henin-Hardenne por 2-6, 6-3 y 6-4, en dos horas y dos minutos.
Es la primera vez que una tenista francesa, desde que lo lograra en 1925 Suzanne Lenglen (consiguiendo su sexto Wimbledon), consigue hacerse con el título en el césped del All England Club.
La francesa consiguió imponerse a la número tres del mundo para abrazar su primer título en esta competición, donde por primera vez en su carrera alcanzaba la final. Es también el segundo Grand Slam para Mauresmo, que el pasado enero se impuso a esta rival en el Abierto de Autralia.
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Henin-Hardenne desplegó, en el arranque del duelo en la pista central, un tenis diametralmente distinto al que mostró en la Final de París. La belga comenzó con un despliegue valiente, arriesgado, en el que voleó a placer y abandonó la línea con frecuentes subidas a la red (16 sólo en el primer set).
Mauresmó, imparable
Fue la jugadora belga la que despachó la manga en poco más de media hora, exhibiendo un resto inmaculado y eficaz. Supo mover a la francesa con un tenis inteligente, que en el primer parcial le llevó a acumular 13 puntos ganadores (de un total de 31).
En esta primera reválida, la número tres incurrió en 4 errores no forzados, pero consiguió mantener el dominio ante una Mauresmo que aún no había logrado encontrarse del todo cómoda.
La francesa, quizá, sucumbió al comienzo a los nervios y a la presión del momento, pero logró recuperar la concentración para imprimir de forma visible más fuerza a su juego en el segundo set.
La campeona de Roland Garros, que cometió dos dobles faltas en el segundo set -las únicas de todo el partido-, empezó a mostrar alguna debilidad con su servicio, pero consiguió atinar con sus golpes en su intento por minar los recursos de su oponente, una jugadora que había sólo había logrado en el pasado hasta las semifinales de Wimbledon en las ediciones de 2002, 2004 y 2005.
La francesa aguantó mejor
El ritmo y la intensidad comenzó a aflojar hacia el final de esta manga, que duró 49 minutos. Ambas jugadoras comenzaron a cometer más errores (8 Mauresmo y uno más, Henin) y fue la ganadora del Abierto de Australia la que con un "ace" igualó el marcador, cerrando el parcial con 6-3.
También Mauresmo, que con su poderoso servicio se apuntó 8 saques directos, frente al único saque directo de Henin, que acumuló 31 golpes ganadores en total, consiguió ponerse al frente en la tercera manga.
Aquí, la número uno empezó a disfrutar con el saque y la volea, mientras que el tenis de Henin empezaba a perder brillo, dejando la belga de aventurarse con tanta frecuencia a la red.
En 42 minutos, Mauresmo sentenció su vistoso repertorio y anotó el 6-4 ganador.