La joven austriaca secuestrada durante ocho años confiesa que su captor y ella "lo hacían todo juntos"
Natascha Kampusch asegura que "fue parte de su vida" y "siente su muerte"
La joven austriaca Natascha Kampusch, secuestrada durante ocho años, ha emitido su primer comunicado público en el que reconoce que su captor, Wolfgang Priklopil, que se suicidó cuando ella consiguió escapar, era "parte de su vida", razón por la cual siente "en parte" su muerte. Natascha, de 18 años, aseguró que su secuestrador y ella "lo hacían todo juntos", aunque no quiso revelar intimidades.
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Natascha Kampusch fue secuestrada cuando sólo tenía diez años. Hace unos días, tras ocho años de secuestro, fue puesta en libertad. Sin embargo, Natascha ha sorprendido a todos con sus declaraciones, en un comunicado firmado por ella que ha sido leído hoy por Max Friedrich, uno de los psiquiatras que la trata desde su liberación. "No tengo la impresión de que me hayan robado la juventud", afirmaba Natascha, la cual reconoce no haber tenido una adolescencia normal, pero no tiene la sensación de "haberse perdido nada".
La joven austriaca reveló que lo hacían todo juntos: "Desayunaban, cocinaban, hacían la limpieza de la casa, veían televisión y leían juntos". Sobre los presuntos abusos sexuales a los que fue sometida, Natascha pidió que la dejen "tranquila" y aseguró que quizá nunca lo haga público. Sin embargo, se encuentra sometida a constantes presiones, con sumas millonarias de por medio, para que cuente su historia.
Sentimientos encontrados
Natascha confiesa en el comunicado que lloró cuando le fue comunicada la muerte de su secuestrador, pero lo matiza: "Ha sido parte de mi vida, por ello lo sentí en parte. Sin embargo, no hay motivo para estar de luto. A mi juicio, su muerte no habría sido necesaria".
Natascha Kampusch fue secuestrada una mañana de marzo de 1998, cuando se dirigía al colegio en la localidad austriaca de Strasshof, cerca de Viena. Durante ocho años vivió en un zulo construido por su secuestrador bajo la casa de éste: medía tres metros de largo por dos de ancho y dos de alto y en él Natascha tenía televisión, música y libros. En todo este tiempo, la secuestrada fue conquistando espacio y libertad hasta el punto de poder salir al jardín de la casa.
El pasado miércoles, Natascha estaba limpiando el interior del coche de Prikopil con un aspirador cuando se escapó de sus dominios, según la policía. Al parecer, él se alejó un momento para poder hablar por teléfono sin oír el ruido del aspirador, momento que fue aprovechado por la joven.
Posible cómplice
Por otro lado, según señaló el Fiscal Hans-Peter Kronawetter, en el caso se han abierto dos investigaciones: una contra el secuestrador, si bien el proceso ha sido formalmente suspendido tras su suicidio, y otra "contra desconocidos", basada en un testimonio que apunta a la existencia de un cómplice en el momento del secuestro, en marzo de 1998.
Una niña entonces compañera de Natascha habría visto a dos hombres en el momento del rapto, uno que la abordó y la metió en una camioneta blanca, y otro que iba al volante. Sin embargo, hasta ahora en las declaraciones de Natascha no ha habido indicios de una segunda persona, según fuentes policiales.