La niña austríaca secuestrada se convierte en una estrella mediática

Vestida con tejanos, camisa violeta y pañuelo, la joven austriaca Natasha Kampush ha aparecido por primera vez en la televisión pública austriaca para relatar en primera persona sus ocho años y medio de cautiverio en un pequeño 'zulo'. Con un total de 2,7 millones de telespectadores, la entrevista ha batido todos los records de audiencia en la historia de la televisión en Austria.

Según el relato de Natascha Kampusch , que hoy amplia en una entrevista en la revista 'News', su principal obsesión era conseguir huir, pero su secuestrador la amenazó con matarla junto a sus padres si lo conseguía.

La joven se ha convertido en una estrella mediática. Anoche la televisión pública de su país ha emitido la primera entrevista con esta chica de 18 años a cara descubierta. Con una perfecta dicción y retórica, que ha sorprendido a los psicólogos que la tratan, Natascha ha decidido no hacer ninguna referencia a su relación personal con el único hombre con el que ha mantenido vínculo humano durante su adolescencia.

Récord de audiencia

La primera entrevista televisada concedida por Natascha Kampusch se ha convertido en el programa más visto desde que en Austria se comenzó a contabilizar el auditorio, en 1991. Con un total de 2,7 millones de telespectadores, la entrevista entre Kampusch, de 18 años, y el periodista Christoph Feurstein, transmitida ayer, miércoles, entre las 20.15 y las 21.00 hora local (18.15-19.00 GMT) por la televisión pública austríaca ORF, y posteriormente por la emisora alemana privada RTL, ha batido un nuevo récord.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

La cifra es el resultado de la suma de los espectadores en los hogares austríacos que siguieron el programa de la ORF, unos 2,54 millones, y de los 157.000 austríacos que lo vieron a partir de las 21.00 hora local en RTL, según un comunicado de la dirección de ORF difundido hoy en Viena.

En esta primera entrevista, que ha supuesto una gran conmoción en la sociedad austríaca, admite que su principal obsesión era huir. "Me sentía como una pobre gallina en una batería ponedora (expresión utilizada en Austria que es similar a sardina enlatada). Seguro que han visto en la televisión y la prensa mi calabozo, así que saben cuán pequeño era" ha señalado Kampush en referencia al diminuto 'zulo' construido por su secuestrador, el ingeniero Wolfgang Priklopil, en el garaje de su vivienda.

Sus intentos para escaparse pasaron inadvertidos. Según su relato, "estableció contacto visual con gente una y otra vez y quería indicarles '¡Por favor, ayúdenme!' Y nadie reaccionó". Natacha afirma que llegó a decírselo a su secuestrador, quien la amenazó con asesinarla a ella y a sus padres si lo lograba.

A los dos años de secuestro le dio una radio

Por otra parte, la joven se siente muy ofendida por las "cosas inciertas" que se han publicado sobre ella en los últimos días, pero sobre todo las fotos del calabozo en el que estuvo encerrada. "Se trata de mi habitación, no es asunto de nadie", ha comentado Kampusch, quien ha precisado que durante los primeros seis meses de su secuestro no salió ni una sola vez de ese escondrijo.

"Después de ese medio año me dejó subir a la casa para lavarme", ha recordado Natascha, que ha comentado que su captor era sumamente meticuloso y que controlaba todo, que sentía paranoia. Ha contado que al principio "tiró botellas de agua y golpeó" con sus puños "contra las paredes del calabozo" y que "lo peor fue la impotencia de no poder hacer nada". A los dos años del secuestro tuvo acceso a una radio para que pudiera escuchar las noticias. En fiestas como Navidades, Semana Santa o su cumpleaños, su captor le hacía regalos. "Creo que tenía muy mala conciencia", ha añadido la joven, cuyo secuestro ha conmocionado a la república alpina y al mundo entero.

Enorme interés mundial

Unas 80 cadenas de televisión de medio mundo han expresado su intención de comprar los derechos sobre la entrevista. Antes, Kampusch había recibido más de 400 peticiones de entrevista, según la cadena austriaca. La ORF, que dice no haber pagado dinero a la muchacha, va a cederle el dinero derivado de la venta de esos derechos, estimado en 600.000 dólares, según otro diario austriaco.

La joven ha asegurado que destinará este dinero a ayudar a las mujeres maltratadas y secuestradas en México y a los niños pobres de África, porque ellos también sufren el hambre y los abusos de los que ella ha sido víctima durante sus últimos ocho años y medio de vida.