Restablecido el servicio ferroviario entre Barcelona y Valencia
También se ha desactivado el plan de emergencia química en el polígono petroquímico de Tarragona
La normalidad comienza a restablecerse en Cataluña, después de varios días de caos en las vías de comunicación por las fuertes tormentas. El servicio ferroviario se ha vuelto a poner en marcha entre las ciudades de Barcelona y Valencia. Además, la Dirección General de Emergencias y Seguridad Civil de la Generalitat desactivó a las 10.45 horas el plan de emergencia exterior del sector químico de Tarragona (Plaseqta) y media hora después la fase de alerta del plan por contaminación marina en Catalunya (Camcat).
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Un helicóptero de los Bomberos, un técnico de la Agència Catalana de l'Aigua, Salvamento Marítimo y la unidad portuaria sobrevolaron esta mañana las costas de Cambrils y comprobaron que había desaparecido la mancha de hidrocarburo en el mar, cuyo origen se sigue investigando.
Respecto al Plaseqta, los bomberos comprobaron esta mañana que las plantas del polígono sur de Tarragona ya no presentaban problemas de agua importantes, por lo que pudieron recuperar la normalidad.
Además, poco a poco se va restableciendo la normalidad en el servicio ferroviario entre las ciudades de Barcelona y Valencia. RENFE doblará el número de plazas para canalizar la situación de los pasajeros afectados durante estos dos días y medio en los que el servicio se ha visto suspendido por las inundaciones.
Inundaciones en Salou
Por contra, el plan de emergencias por inundaciones en Catalunya (Inuncat) continúa activado en fase de alerta. Sin embargo, en las últimas horas los bomberos de la Generalitat sólo han tenido que hacer treinta salidas para atender incidentes menores.
La lluvia torrencial de Salou, donde sigue la limpieza de las calles, bajos y casas anegadas ayer por el agua, ha provocado problemas en algunas vías. Siete carreteras locales y comarcales están cerradas y el acceso a la Autopista C-32 desde Casteldefels se encuentra inundado.
Los problemas se extienden al aeropuerto del Prat, donde hay retrasos de entre una y tres horas.