Cuatro policías graves en la segunda noche de violencia en Budapest
Más de 10.000 personas se han concentrado ante el Parlamento húngaro
La protesta pacífica que 10.000 húngaros han protagonizado esta noche ante el Parlamento en Budapest para pedir la dimisión del primer ministro, Ferenc Gyurcsány, ha terminado nuevamente en violencia. Poco después de la medianoche unos 500 incontrolados se separaron de la mayoría y se reunieron ante la sede del gobernante Partido Socialista (MSZP), contra la que lanzaron piedras y botellas. El resultado, cuatro policías graves y 69 heridos.
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Esta es la segunda noche consecutiva que se producen episodios violentos en Budapest, después de que ayer se registrase una auténtica batalla con los agentes de la policía que se saldó con 150 heridos y con un ataque a la televisión pública, que fue ocupada durante al menos dos horas por un grupo de manifestantes.
Con los de hoy, la cifra de heridos ya asciende a 220, de los que seis se encuentran graves, en su mayor parte agentes de policía.
Las protestas contra el Gobierno socialdemócrata se producen tras filtrarse hace tres días a los medios locales una grabación sonora en la que el jefe del Ejecutivo admitió haber mentido a los electores sobre la situación económica del país para ganar los comicios legislativas del pasado abril.
Desgaste político
Una encuesta de este martes sitúa el apoyo a Gyurcsány en el 34%, mientras que un 43% opina que el primer ministro debería renunciar después de haber mentido a la población. La magnitud del desgaste político se podrá ver de forma oficial en las elecciones municipales del próximo 1 de octubre.
Una de las curiosas iniciativas de los manifestantes es la de permitir a todo el que quiera arengar a los congregados un sitio en el escenario levantado en la plaza. Varios de los que han tomado la palabra sobre el escenario han pedido la restauración de la monarquía en el país, mientras que otros han enfatizado el carácter pacífico de la manifestación y han pedido a los presentes actuar con responsabilidad.
"Son los herederos de los comunistas de los años 50", describía con indignación Erzsebet Simon al actual gobierno socialdemócrata al pedir que abandone el poder. Muchos grupos de personas tienen sus propios lemas para la ocasión, elaborados entre amigos que acuden juntos a mostrar su enfado por la política gubernamental. "¡Ayúdanos, Europa!", era uno de los carteles que se podían ver desde el puesto donde se asoman a la plaza los periodistas internacionales.
Gyurcsány no dimitirá
El primer ministro, Ferenc Gyurcsány, ha advertido en la reunión del gabinete ministerial que "no habrá ninguna paciencia frente a los radicales" y añadió que estos elementos violentos no defienden ideas políticas, sino que son simplemente violentos.
Gyurcsány reiteró que no dimitirá, tal como ya había afirmado ayer, y agregó que seguirán con su tarea "sin dar un paso atrás".
Cabezas rapadas
Algunos de los congregados portaban banderas del linaje de los Arpad, la primera dinastía real húngara, del siglo X, utilizada como emblema durante la Segunda Guerra Mundial por el movimiento filonazi de las Cruces Flechadas. Esta bandera, de rayas horizontales rojiblancas, se deja ver prendida junto a la húngara y portada por personas con aspecto e indumentaria de cabezas rapadas.
Al acto también han acudido destacados escritores, periodistas e intelectuales de la derecha húngara, que tampoco perdieron ocasión para hablar a los congregados y exigir la dimisión del gobierno y la convocatoria de elecciones anticipadas. Lo que si se ha dejado sentir ha sido el aumento de las medidas de seguridad, con centenares de agentes en los alrededores del Parlamento para disuadir cualquier acción violenta.
La noche "más oscura"
El gobierno prometió tomar serias medidas para evitar más incidentes entre la policía y algunos incontrolados, que en la madrugada del martes tomaron al asalto el edificio de la televisión pública húngara. Estos incidentes fueron los más violentos desde hace décadas en Hungría y se iniciaron el domingo por la noche, tras filtrarse a la prensa una grabación en la que Gyursany reconocía haber mentido para ganar las elecciones legislativas de abril pasado.
- <a name="despiece1"></a>Dos hipótesis sobre el origen de la filtración




