Sociedad

El etarra De Juana, trasladado a un hospital de Madrid después de dos meses en huelga de hambre

El terrorista tomó esta medida para reclamar su excarcelación

Madrid

El ex dirigente etarra Juan Ignacio de Juana Chaos ha ingresado esta tarde en el hospital 12 de Octubre de Madrid tras la orden de traslado de la Audiencia Nacional. De Juana lleva 59 días en huelga de hambre, una actitud para reclamar su puesta en libertad. La medida adoptada por la Audiencia obedece al empeoramiento de la salud del terrorista.

En este hospital madrileño hay una Unidad de Custodia a la que se suelen enviar los presos y a la que se trasladan los especialistas que requiera el enfermo para su cuidado.

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La Audiencia decidió el pasado lunes permitir el tralado del terrorista a un hospital especializado, si los médicos de la prisión lo creían oportuno; según el fiscal, la situación en la que se encuentra De Juana "requiere que su control y tratamiento se realicen en un centro hospitalario no penitenciario con recursos especializados para hacer frente a la situación descrita".

El ministerio público pretende garantizar con el traslado y el tratamiento la presencia del recluso en el juicio señalado en la Audiencia Nacional para el próximo día 27, en el que la Fiscalía pedirá para él 96 años de cárcel por amenazas terroristas a seis responsables de centros penitenciarios, realizadas en dos artículos suyos publicados en el diario Gara.

Condena de 3.000 años

El procesamiento de De Juana por estos hechos evitó que fuera excarcelado el pasado 3 de agosto, fecha en la que hubiera liquidado las penas -que sumaban casi 3.000 años de prisión- a las que fue condenado en el pasado por su participación en distintos atentados.

El etarra se encontraba en el hospital comarcal de Algeciras desde el pasado 19 de septiembre. El pasado mes de septiembre, los magistrados de la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional acordaron, a petición de la fiscalía, que al etarra se le alimentase si su vida corre peligro, "sin empleo en lo posible de fuerza física alguna y, en todo caso, sin vulneración de su dignidad como ser humano".