Los socios compromisarios del Madrid rechazan la modificación del voto por correo

Los socios compromisarios del Real Madrid le han dado un disgusto a su presidente, Ramón Calderón. Por 193 votos contra 119 han rechazado la modificación del polémico sistema de voto por correo en las elecciones del club. La asamblea sí ha aprobado el nombramiento de cuatro nuevos directivos.

El punto más esperado e importante de la asamblea, celebrada en el Palacio de Congresos del Parque Ferial Juan Carlos I, en Madrid, ha quedado para el final. Los socios le han dado la espalda a su presidente. A la hora de la votación, sobre las cuatro de la tarde, sólo quedaban poco más de 300 socios. 193 han votado no, 119 han dicho sí y 8 han optado por la abstención. Se mantiene el sistema de voto por correo.

Ramón Calderón había salvado varios escollos en la asamblea. Antes, los compromisarios habían aprobado por 472 votos a favor y 391 en contra el nombramiento de cuatro nuevos directivos propuestos por el presidente: Melchor Miralles, Juan Carlos Sánchez, Enrique Riquelme y Eloy Ureta.

Esta decisión no ha estado exenta de polémica, ya que en principio se informó de que se necesitaban dos tercios para dar el sí a los nuevos directivos. Sin embargo, el secretario de la asamblea aclaró después que se trataba de un error, ya que "el artículo 33 de los estatutos sociales" asegura que sólo se precisa la mayoría simple, como finalmente ha ocurrido.

Después ha venido el apartado económico. Las cuentas de la temporada pasada, que han registrado un superávit de 40 millones de euros, han sido aprobadas por unanimidad. El presupuesto de esta temporada será de 306 millones. También se ha aprobado la congelación de cuotas.

Kaká vendrá

Pero han continuado las críticas de los socios, que han censurado al presidente porque le consideran provisional, con abucheos y gritos incluidos. "Debemos mantenernos unidos", ha dicho el presidente blanco, quien se ha mostrado dispuesto a convocar elecciones si los socios se lo demandan. Asimismo, ha vuelto a asegurar que el brasileño del Milan Kaká jugará tarde o temprano en el club madrileño, como prometió y no cumplió en la campaña electoral.

La asamblea ha resultado dura y polémica, muy distinta de la "reunión de amigos" que esperaba Calderón.