Europa se muestra contraria a la pena de muerte "al margen de nacionalidades y de estatus sociales"

La Unión Europea ha oficializado su primera reacción después de que el Tribunal Supremo de Irak haya ratificado la condena a muerte de Sadam Husein. Europa está contra la pena de muerte y la Comisión mantiene que este principio es válido para todos los casos y en todas las circunstancias, al margen de nacionalidades y de estatus sociales.

Aunque sus portavoces rechazan precisar si estas declaraciones tendrán continuación con alguna gestión que pueda impedir de facto la aplicación de esta pena de muerte. Lo cierto es que la Comisión no añade otras valoraciones, al igual que la Presidencia, quizá porque en estos momentos el mandato que ostenta Finlandia está a punto de ser recogido por Alemania.

Aumento de violencia

Por su parte, el embajador español en Irak, Ignacio Rupérez, ha señalado en los micrófonos de la Cadena SER que la confirmación de la pena de muerte del dictador Sadam Hussein se convierte "en un ingrediente nuevo a la profunda crisis iraquí", que "no beneficia en absoluto" al presente y futuro del país.

Para Rupérez, la confirmación por parte del tribunal de apelación de la sentencia de muerte, se convierte en un elemento "no agradable, ni valioso, ni conveniente" para el país, sumido desde el inicio de la invasión, en marzo de 2003, en una permanente ola de violencia.

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El embajador español prevé que la ejecución "va a producir una reacción importante en ciertos elementos que son favorables al ex dictador y que, desde luego, algún tipo de razón esgrimen sobre aquellos años, dados los desastres que se han producido desde marzo de 2003".

Sobre la posible paralización de la sentencia de muerte por parte del presidente iraquí, Ignacio Rupérez ha recordado que Jalal Talabani es contrario a la pena capital -en más de una ocasión ha delegado la firma de las condenas a sus vicepresidentes-. "Pero la tensión es tal, y los intereses y deseos en un sentido u otro son tan fuertes, que es muy difícil que pueda actuar", señala el embajador.

Para Rupérez, todo este proceso "es una fatalidad" que se planteó desde el primer momento con la detención en diciembre de 2003 del dictador y continuó con un proceso judicial "complicado, al que se le ha denunciado muchas irregularidades". Por último, ha pedido que "Irak pueda mirar al futuro y deje de mirar al pasado" que fue "una pesadilla, pero que hoy es un horror".