Dos jóvenes mueren por la mala combustión de una estufa

Dos jóvenes residentes en Barcelona han muerto esta madrugada en una vivienda de la localidad castellonense de Cortes de Arenoso, donde habían acudido a pasar la Nochevieja, a causa de los gases desprendidos por la mala combustión de una estufa. La alcaldesa ha decretado tres días de luto oficial en el pueblo, que se encuentra consternado por el suceso.

La alcaldesa de Cortes de Arenoso, Trinidad Bravo, ha ordenado que se declaren tres días de luto oficial en el pueblo por el fallecimiento de las dos jóvenes, a causa de la inhalación de gas por mala combustión de una estufa. Trinidad Bravo ha permanecido en su pueblo desde que conoció el suceso y ha mantenido contactos con la familia de una de las chicas, Patricia, su amiga personal.

La alcaldesa ha señalado que los cadáveres de las dos jóvenes se han trasladado a Castellón para practicarles la autopsia que determine con exactitud las causas de sus muertes. En declaraciones a EFE, Trinidad Bravo ha dicho que no descarta la posibilidad de que la causa de la muerte se debiera al mal estado de la calefacción central de la vivienda, que funciona con gasoil.

Las dos chicas, A.A.B, de 22 años y S.D.M, de 21 años, que residían en Barcelona, han sido encontradas por un grupo de amigos que acudieron a la vivienda al advertir que no se presentaban a la cena de fin de año, que habían organizado en otra casa del pueblo. Los chicos, tras trepar por un balcón, han penetrado en la vivienda, situada en el número 20 de la calle Calvario, y han visto que las dos chicas se encontraban en situación crítica debido probablemente a la inhalación de los gases de una estufa en mal funcionamiento.

Hace dos años morían 18 personas en un albergue

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Rápidamente han llamado al teléfono de urgencias sanitarias y poco después se ha trasladado hasta la vivienda el médico del pueblo de Villahermosa, quien sólo ha podido certificar la muerte de las dos chicas, que eran amigas íntimas.

Este suceso se produce casi dos años después de que en otra población castellonense, Todolella, fallecieran dieciocho personas por inhalación de gas o monóxido de carbono cuando dormían en un albergue rural, donde habían celebrado una fiesta de cumpleaños de un vecino, que se salvó al ocupar una habitación distinta.