Dimite el alcalde 'popular' de Vila-real que fue condenado por prevaricación
Por la "presión" de sus compañeros de la oposición en el Ayuntamiento
El alcalde de Vila-real (Castellón), el popular Manuel Vilanova, presentó hoy su renuncia a la alcaldía del municipio debido a las "presión" ejercida por sus compañeros de la oposición en el Ayuntamiento desde que el Tribunal Supremo le condenó a un año y medio de prisión y ocho años de inhabilitación para cargo público por un delito de prevaricación, según explicó hoy en rueda de prensa.
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Manuel Vilanova leyó un comunicado en el que informó de su decisión de abandonar la alcaldía de Vila-real tras 11 años y medio en el cargo "ante la presión ejercida sobre mi persona y sobre mi partido, ya que no quiero dar la falsa imagen de político aferrado a su cargo contra viento y marea".
Así mismo, indicó que abandona el cargo "con la sencillez y honradez que siempre me ha caracterizado a lo largo de mis 15 años dedicados a la política municipal". Según dijo, desde el momento en que tuvo conocimiento "por la prensa" de la sentencia del TS, puso ese mismo día a disposición del PP su militancia y la presidencia local del partido "cumpliendo así el código deontológico del partido, comunicando, además, mi disposición a abandonar la alcaldía".
Sin embargo, aclaró que "ante el desconcierto producido por la sentencia a todos los niveles, ya que no existen precedentes que la hagan equiparable a ninguna otra sentencia por los hechos encausados, debía actuar con responsabilidad y con el asesoramiento legal necesario, y sin precipitaciones", puesto que -dijo- la sentencia "no me fue oficialmente comunicada, sino que el primer comunicado que tengo del juzgado es del 12 de enero, donde se me notificó el auto de suspensión de la condena".
Vilanova destacó que este proceso "es un caso administrativo más de los cientos que se llevan en el Ayuntamiento, que se cerró con el cierre de la planta de cogeneración que, teóricamente, ya que nunca se pudo demostrar, era el foco del ruido". Dicho expediente administrativo, aclaró, "se realizó de forma impecable", aún así, los denunciantes "insistieron" en acudir a los tribunales, "un empecinamiento que ahora tengo claro que fue sobre mi persona, ya que no se entiende su persistencia si el problema estaba ya resuelto", apuntó.
El alcalde subrayó que si ha esperado 50 días para presentar su dimisión "ha sido simplemente por sensibilidad política y personal hacia la situación que he presidido y atender los compromisos adquiridos", tiempo en el que -según comentó- "he tenido que escuchar graves acusaciones y aseveraciones falsas, negándome el derecho de actuar en libertad en unos momentos difíciles, aunque he tenido la satisfacción de ver el respaldo popular hacia mi persona con muestras de cariño y solidaridad".
"Dimito y dejo el cargo -resaltó- pero me voy con el convencimiento de haber obrado justamente y con rectitud siempre". Apuntó que se va "con dolor, pero sin rencor", y pidió perdón "a las personas que les he fallado".