El magistrado recusado por el Constitucional se muestra "sorprendido" y dice que va a pensar si dimite

Pablo Pérez Tremps, el magistrado recusado por el Tribunal Constitucional, se ha mostrado "sorprendido" por la decisión de sus compañeros de recursarle en relación con el recurso planteado por el PP contra el Estatuto de Cataluña. En declaraciones al programa 'Hora 14' de la Cadena SER, Pérez Tremps dice que no entiende como "algo puede ser para unas personas una cosa y seis meses después la contraria", en relación a que hace meses fuera rechazado otro intento de recusarlo.

El magistrado Pérez Tremps se ha referido al trabajo que realizó cuando todavía gobernaba Jordi Pujol en Cataluña y que ha sido el motivo de su recusación. "Es uno de los muchos trabajos que muchos académicos -ha dicho Pérez Tremps- hacemos a lo largo de nuestra carrera. Se pidió para un libro colectivo encargado por el Instituto de Estudios Autonómicos de la Generalitat de Cataluña, no sólo mucho antes de que yo fuera miembro del Tribunal Constitucional, sino mucho antes de que existiera un proyecto de reforma del Estatut".

Posible dimisión

Preguntado si ha pensado en dimitir, Pablo Pérez Tremps ha dicho que "hay decisiones que no hay que tomarlas en caliente". El magistrado, sin embargo, va a reflexionar sobre su posible renuncia: "Voy a valorar cual es mi situación personal e institucional y cuando tenga una decisión tomada al respecto se la comunicaré a la presidenta del Tribunal".

En cuanto a si se considera en condiciones para estudiar el recurso del PP contra el Estatut, el magistrado considera que sí, porque "si no estuviera en condiciones me hubiera tenido que ir del Tribunal". Y ha añadido: "Aquí se viene a defender la Constitución, no estatutos ni leyes no nada".

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Pérez Tremps ha negado que haya recibido llamada alguna pidiéndole que presente la dimisión y ha añadido que "los que me conocen saben que una llamada de ese tipo podría ser contraproducente". Lo que sí ha recibido son llamadas de amigos para darle ánimos pero, ha subrayado, ninguna llamada de carácter político.