Una gestora de geriátricos despide a una trabajadora transexual
Este caso es el primero de discriminación laboral por transexualidad que llega a juicio en España
La empresa de gestión de geriátricos Euroresidencias, acusada de haber despedido a una de sus trabajadoras por ser transexual, ha asegurado ante el juez que el despido no se debió a "prejuicio alguno", sino que la echaron "por no hacer bien su trabajo".
El caso de Gina Serra, de 47 años, es el primero de discriminación laboral por transexualidad que llega a juicio en España. La vista llega apenas dos semanas después de que el Congreso de los Diputados aprobara el proyecto de ley que permite a las personas transexuales cambiar de nombre y de sexo en el Registro Civil sin necesidad de cirugía.
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La compañía admitió hoy que "no se hicieron bien las cosas", ya que Gina no llegó a firmar ningún contrato en los diez días que estuvo empleada, pero explicó que todos sabían desde un principio "cuál era su condición" -ya que en su DNI aparecía un nombre de varón- y consideraron su transexualidad como un hecho "meramente anecdótico", según señaló la letrada de la empresa.
Por su parte, la representante legal de Euroresidencias desmintió los indicios de discriminación que mantiene la defensa de Gina insistiendo en que el hecho de no disponer de una taquilla o de un uniforme desde el primer día es algo que suele ocurrir cuando entran trabajadoras nuevas.
Al ser preguntada por los motivos por los cuales la demandante no llegó a firmar ningún contrato, la representante de la empresa esgrimió un "error administrativo" que no supo precisar como causa de que la documentación no llegara en dos o tres días, "como suele tardar".
A modo de conclusión, la empresa explicó que, aun siendo conscientes de que Gina no tenía "formación extensa ni experiencia del sector", decidieron contratarla advirtiéndole de que estaría en periodo de prueba durante 30 días. Sin embargo, transcurridos diez días se le comunicó que no había superado el periodo de prueba tras comprobar, según la abogada de la firma, que era "impermeable" a todas las explicaciones que se le daban sobre los procedimientos que debía seguir en su trabajo.
