Un testigo reconoce a 'El Chino' como la persona que alquiló la finca de Morata de Tajuña
La abogada de la AVT vuelve a ser reprendida por el presidente del Tribunal al formular una pregunta a un testigo
Madrid
El testigo Walid Altarakji Al Masri, que actuó como intermediario en el alquiler de la finca de Morata de Tajuña -donde se almacenaron y prepararon los explosivos utilizados en los atentados- confirmó ante el tribunal que fue Jamal Ahmidan, 'El Chino' quien alquiló la vivienda en enero de 2004.
Según aseguró, ''El Chino'' alquiló la vivienda en enero de 2004 y en la operación actuó como enlace otro de los suicidas de Leganés, Serhane Ben Abdelmajid Fakhet, alias ''Serhane El Tunecino''. El contrato, que fue mostrado ante la sala, aparece firmado con el nombre de Youssef Ben Salah, uno de los apelativos falsos utilizados por ''El Chino''.
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El testigo -imputado y finalmente no procesado en la causa- reconoció al suicida en varias fotografías e identificó también al terrorista islamista en una copia de su pasaporte que presentaba también el nombre falso.
El testigo indicó que actuaba como intermediario de la señora Nayat Fadal, propietaria de la finca junto a su marido, que en ese momento se encontraba en la cárcel. "Como ella es una mujer y no confía en nadie me lo encargó a mí", explicó, y añadió que, además, ''Serhane El Tunecino'' le indicó que prefería "no hablar con una mujer".
El comprador de los móviles
Por otro lado, Rakesh Kumar, la persona que regentaba el comercio donde supuestamente los terroristas adquirieron los teléfonos móviles con los que montaron e hicieron detonar las bombas del 11-M aseguró hoy que fue una persona "con los dientes un poco separados", "con poco pelo" y "acento búlgaro" quien adquirió las 10 unidades que se utilizaron posteriormente en la masacre del 11-M.
El propietario del negocio explicó que no reconoció a ninguno de los acusados en el proceso e incidió en que la persona con quien trató el día 3 y 4 de marzo de 2004 tenía aspecto y "acento búlgaro" y llegó acompañada por otro hombre para adquirir móviles con objeto de "repartirlos en una empresa de construcción". Dijo que aunque en un principio le ofreció otros modelos, este individuo al final adquirió el modelo Trium 110 y precisó que los compradores concretaron que no necesitaban facturas.
Nuevo incidente con la AVT
En un momento de la declaración del imputado y finalmente no procesado en los atentados Vinay Kholi, cuñado de Suresh Kumar, la abogada de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Manuela Rubio, preguntó al testigo por la existencia de una causa abierta en su contra en relación con un delito de asesinato de otro ciudadano hindú en 2001, de la que se le informó coincidiendo con su declaración relativa al 11-M en los juzgados. El presidente del tribunal, Javier Gómez Bemúdez, intervino para preguntar a la letrada la relación de este delito con la actual causa.
Ante los titubeos de Rubio, Gómez Bermúdez acabó solicitando a la abogada de la AVT que formulara "su idea concreta". La letrada no logró tampoco en esta ocasión plantear la pregunta. "Lo que le quiere usted preguntar es si se sintió intimidado en su declaración por esta imputación", dijo el presidente del tribunal entonces. "Está bien, se lo pregunto", dijo entonces la abogada. Para aclarar este punto se procedió a la lectura de la declaración del testigo y quedó aclarado que se le informó sobre la acusación de asesinato al término de la misma.