Un miembro del 'comando Donosti' dice que ETA "seguirá ejerciendo la lucha armada"
El etarra González Sola perteneció al grupo terrorista en 2005 y es juzgado en la Audiencia Nacional
El presunto etarra Igor González Sola ha asegurado hoy en el juicio contra él en la Audiencia Nacional por colaboración con el 'comando Donosti' que "vamos a seguir ejerciendo la lucha armada mientras no se reconozca la soberanía de Euskal Herria como nación".
González Sola, que se reconoció miembro de ETA, está siendo juzgado junto a otros cuatro presuntos etarras por los delitos genéricos de pertenencia o colaboración con el "comando Donosti" de ETA desarticulado en 2005, así como por depósito y tenencia de armas y falsificación de documentos. El procesado dijo además que no reconocía al tribunal "español y fascista".
Más información
- La Europol confirma que ETA vuelve a tener capacidad para atentar contra grandes objetivos
- Uno de los detenidos del comando Donosti de ETA tenía documentos sobre las conversaciones con el Gobierno
- ETA establece como mínimo para continuar con el proceso otorgar una autonomía con cuatro territorios
- Aún permanecen huidos quince miembros del 'comando Donosti'
- El anuncio del 'alto el fuego permanente' se grabó en San Sebastián
- Prisión incondicional para los tres últimos detenidos en relación con el 'comando Donosti' de ETA
- ETA reclama la presencia de los 'abertzales' en las municipales
- El PP insta de nuevo a la ilegalización de EHAK
- Hallan dos 'zulos' de ETA en Guipúzcoa
Al igual que González Sola, Iker Olabarrieta Colorado y Carmelo Laucirica Orive también admitieron su militancia en la banda terrorista y manifestaron estar orgullosos de su pertenencia. Los tres se enfrentan a una petición fiscal de 29 años de prisión por los delitos de pertenencia a banda armada, depósito de armas, tenencia de armas y falsificación de documentos oficiales.
En el banquillo de los acusados también se sientan Marta Igarriz Iceta y Jon Koldobika Garmendia, para quienes el fiscal Pedro Rubira pide 26 años de cárcel por los mismos delitos, excepto el relativo a la falsificación de documentos. Ambos negaron haber colaborado con el "comando Donosti", así como haber mantenido cualquier tipo de relación con alguno de sus miembros.