El niño de El Royo vuelve a un centro de acogida al encontrarse indicios de desamparo

El pequeño Diego, más conocido como el niño de El Royo, lleva diez días ingresado en un centro de menores de Salamanca, después de que el juez de instrucción de Ciudad Rodrigo, donde residía por orden judicial junto a su madre biológica, encontrase indicios de desamparo y absentismo escolar. La Junta de Castilla y León, que ha asumido la tutela hasta que el auto provisional sea definitivo, ha asegurado que intentará que el niño tenga "una evolución lo más cercana posible a la normalidad".

La Junta de Castilla y León ha señalado que quiere que el niño de El Royo siga en un centro de acogida, y que trabajará para que vuelva con unos padres que lo acojan. En declaraciones a 'Hora 25', la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Rosa Valdeón, ha asegurado que el niño está "relativamente bien". "Dentro de lo dura que es la situación, la profesionalidad de los trabajadores y del conocimiento del niño hace que sea mínimo este trauma".

Para Valdeón, "desgraciadamente el tiempo nos ha dado la razón", ya que la Junta se mostró en todo momento en contra de que se apartara al niño de sus padres de acogida. "Siempre hemos creído que el niño no podía estar con su madre, porque no puede garantizar su seguridad".

Cinco años después de que un juez apartara al pequeño de la pareja que lo acogió en la localidad soriana de El Royo, otro magistrado ordenó hace diez días que el niño vuelva de nuevo a un centro de acogida, esta vez en Salamanca.

Los jueces están "destrozando" la vida del niño

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José Luis Calvo, de la asociación pro-derechos del niño 'Prodeni' habla de "escándalo" y acusa a los jueces de estar "destrozando la vida" de Diego con sus continuos "fracasos". Y es que esta es la cuarta vez, en sus ocho años de vida, que Diego tiene que ingresar en un centro de acogida para menores.

El niño se vio obligado a regresar con su madre biológica, Margarita Bernal, por orden de un juez, cuya sentencia fue avalada por la Audiencia Provincial de Salamanca. Esta mujer sufre un trastorno bipolar de nivel uno, mientras que el padre del crio padece esquizofrenia.