El niñó de El Royo: de mano en mano
Diego tiene ahora ocho años y se ha pasado su corta vida dando tumbos
Ha tenido tres madres y esta será la quinta vez que ingresa en un centro de acogida. La primera ocasión en la que tuvo que ser internado, Diego -el niño de El Royo- era un recién nacido y sus progenitores no pudieron hacerse cargo de él porque su madre biológica Margarita Bernal padecía un trastorno bipolar y su padre esquizofrenia.
Después de cinco meses en el orfanato, el pequeño es entregado en régimen de acogida a una familia de El Royo, un pueblecito de Soria, de apenas doscientos vecinos. Con los padres preadoptivos vive hasta los dos años.
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Se produce entonces la controvertida decisión del juez de Salamanca Luciano Salvador de separar al niño del matrimonio de El Royo y devolverle la custodia a la madre biológica. Un psicólogo evalúa a Margarita y la Justicia estima, con el informe pericial, que el contacto con su hijo será "beneficioso" para su resuperación mental.
Posteriormente aparece una nueva tutora, su tía Antonia que, sin embargo, a los pocos meses renuncia a la custodia por desavenencias con su hermana Margarita. Diego volvió después a ingresar de nuevo en orfanatos tras un confuso incidente en Madrid, pero la Justicia ratificó su decisión de otorgar la custodia a la madre biológica pese a los recursos presentado por la Junta de Castilla y León.