Bardem, ovacionado en Cannes por su papel en la última de los Coen
El actor español participa en 'No Country for Old Men'
En la plaza cinematográfica de Cannes, el festejo de este sábado en la feria de la Palma de Oro ha dejado como triunfador al diestro actor Javier Bardem por su papel en No Country for Old Men, de los hermanos Coen, que no han cuajado un filme redondo pese a hacer una gran faena.
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No Country for Old Men, una violenta cinta de Joel y Ethan Coen, ha sido calificada por varios periodistas como la mejor obra de ambos hermanos estadounidenses en el último decenio. Basada en la novela del mismo título del escritor estadounidense Cormac McCarthy, esta crónica de una persecución implacable en la frontera entre EE UU y México está protagonizada por Josh Brolin, Tommy Lee Jones, Kelly Macdonald y un apabullante Javier Bardem, que ha sido recibido con una ovación en la rueda de prensa tras el pase.
"Estar compitiendo en Cannes con los Coen es lo mejor que me ha pasado en la vida, es como un sueño", ha recalcado el actor español sobre su papel de asesino que le ha catapultado como candidato al premio al mejor actor el próximo día 27 en este 60 Festival de Cannes. Haciendo gala en todo momento de un buen humor que ha arrancado constantes risas en la sala, Bardem ha añadido que "el corte de pelo tuvo motivo", en alusión a la melena estilo Beatles de su personaje.
La brillante interpretación del candidato al Oscar en 2001 por Antes que anochezca se adapta como un guante al estilo de los Coen, en el que violencia y humor negro han conformado obras como Sangre fácil y Fargo. Esta última obra les valió el premio a la mejor dirección en 1996 en Cannes, al igual que El hombre que nunca estuvo allí (2001) y Barton Fink (1991), con la que debutaron en el certamen llevándose la Palma de Oro a la mejor película, a la que aspiran por séptima vez nada menos.
No Country for Old Men es "un buen film, fiel a la novela y a su espíritu", en la que "está ya el humor" que se ve en pantalla, ha definido con sencillez Ethan Coen, que ha acudido a Cannes con su hermano, Bardem, Brolin y Macdonald. Sobre su método de trabajo con Joel, "no hay realmente controversia, hay discusiones, pero no muy remarcadas", ha agregado. Respecto a esa buena sincronía de ambos hermanos, Bardem ha apuntado que quedó "muy decepcionado" al enterarse de que "dormían en camas separadas", lo que ha hecho estallar de nuevo las risas en la sala.
Sincronizados o no, los Coen logran en la mayor parte del metraje de la cinta mantener con el alma en vilo al espectador con una acción sin tregua y unos personajes perfectos. Sin embargo, el remate de la magnífica faena lograda a base de planos largos y templados no logra rematarse en el tramo final, donde decae la tensión y quedan demasiados eslabones sueltos, lo que puede explicar que la cinta no acabara abriendo la puerta grande del festival en su pase de prensa.
En lo que sí ha habido unanimidad hoy es en valorar el peso en el filme de Bardem, y eso que, según Joel Coen, al principio el intérprete dudó de su capacidad para hacer el personaje, aduciendo que él "ni es angloparlante, ni le gustan las armas ni conduce". Nada de ello se percibe en el espectacular trabajo del actor, quien ha agregado bromeando de nuevo: "No sé leer inglés, por eso tengo esa cara en el filme, porque no sé lo que estoy haciendo". Bromas aparte, ha recalcado que la lectura del guión fue clave, pues "no hay director en el mundo que pueda arreglar una mala historia".