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Floyd Landis: "No soy un tramposo"

Malibú

Después de cinco días de pérdida constante de imagen, el ciclista estadounidense Floyd Landis ha tenido la oportunidad de dar la versión de lo que sucedió en el pasado Tour de Francia ante el tribunal de arbitraje que decidirá sobre su caso de dopaje. Landis, que llegó a la audiencia con su ya tradicional corbata de color amarillo, intentó justificar que no tenía "motivos" para doparse y hacer trampa.

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Durante 75 minutos, Landis quiso recordar sus orígenes, el ambiente familiar y sus creencias religiosas y personales. "No tendría ningún sentido, no me sentiría orgulloso de haberlo ganado con trampa y ese nunca fue mi objetivo", ha declarado Landis en una presentación muy bien cuidada y estudiada. El contenido de la exposición no fue otro que el de hacer un recorrido a través de toda su carrera profesional. "Nunca he tomado ninguna sustancia prohibidas, solamente la cortisona cuando me traté la cadera, pero estuvo permitido el uso por las autoridades del mundo del ciclismo".

Después del devastador y sorprendente testimonio de LeMond, a quien el asesor de negocios de Landis amenazó por teléfono que si lo hacía iban a contar su "secreto" de haber sido víctima de abusos sexuales cuando tenía seis años, el ganador del pasado Tour de Francia reconoció que le había hecho mucho daño a su imagen. "Sabía que iba a haber un problema con lo que sucedió", ha admitido Landis. "Me traumaticé cuando me lo contó personalmente porque hay pocas cosas que sean peores que lo que le sucedió". Landis estuvo de acuerdo en la mayoría del testimonio que dio LeMond, con la diferencia de que nunca le había dicho que se había dopado sino que le explicó que aunque lo hubiese hecho o no, el admitirlo no iba a tener ningún efecto positivo.

Sin embargo, Landis ha admitido que sea cual sea la decisión del tribunal de tres jueces que juzgan su caso, siempre su nombre va a estar ligado a la sospecha de dopaje. "No creo que pueda hacer mucho por que cambie esa impresión de los sucedido", ha señalado Landis, quien ha reiterado que su plan secreto para la 17ª etapa del pasado Tour de Francia en la que dio positivo no fue otro que una buena cena y whisky la noche anterior.

"Las personas se definen por sus decisiones"

También habló de las relaciones nada cordiales que mantuvo algunas veces con su compatriota Lance Armstrong, ganador de siete Tours de Francia. Howard Jacobs, uno de los abogados de Landis, le preguntó por qué el tribunal podría creer en su inocencia. "Porque las personas se definen por sus principios y cómo se toman las decisiones", ha respondido Landis. "Para mí, el ciclismo me aportó el orgullo personal de hacer mi trabajo y ganarme todo lo que conseguí con mi esfuerzo, esa era la mayor satisfacción".

Landis ha reconocido que las declaraciones que hizo en Madrid el pasado verano durante una conferencia de prensa no fueron las más acertadas cuando dijo que su organismo había sido el que producido un "exceso" de testosterona. "Hasta ahora sigo sin saber lo que eso significa. Lamento haberlo dicho, me sentía confundido con todo lo que estaba pasando y no tendría que haber hecho caso de los consejos que me dieron los abogados, porque no sabía lo que hacía". El lunes, los abogados de la USADA tendrán la oportunidad de interrogar al ciclista y con un cuestionario que nada tendrá que ver con el que le presentaron sus asesores.

Antes de que Landis subiese al estrado de la sala de audiencia de la Universidad de Pepperdine (California), donde se está viendo el caso, lo hizo el ex director del laboratorio Olímpico de UCLA, Don Catlin, y a la pregunta de si consideraba que el ganador del pasado Tour de Francia se había dopado, respondió con un "sí" categórico. "No ha ninguna duda acerca de eso", ha respondido Catlin. "Mi opinión es que hubo dopaje".

 
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