Toni Colom se adjudica la quinta etapa de la Dauphiné Liberé
El español Toni Colom, del equipo Astana, ganó la quinta etapa de la Dauphiné Liberé, disputada entre Nyons y Digne les Bains, de 195 Kilómetros, en la que entró destacado junto a su compañero Alexandre Vinokourov, en un festival del equipo que redondeó Andrey Kashechkin, que mantuvo el jersey de líder.
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En una jornada que se recordará por el abandono del español Alejandro Valverde, que optó por la retirada por enfermedad, Colom obtuvo a sus 29 años una de las victorias más importantes desde que debutara en profesionales en 1999, la primera fuera de España, aunque le costó trabajo aceptar la oferta de su jefe, Vinokourov, para ser él quien cruzara la meta en primer lugar.
Después de la charla de rigor entre compañeros, y con los perseguidores a una distancia suficiente como para recrearse en diálogos, el ciclista mallorquín alzó los brazos con un tiempo de 4h39:28.
A 14 segundos pasó un grupo de ex compañeros de fuga con el colombiano Leonardo Duque (Cofidis), el esloveno Mugerli (Liquigas), el holandés Clement (Bouygues) y el belga Van Heck (Predictor).
El kazako Andrey Kashechkin, en una jornada tranquila para sus intereses de conservar el liderato, terminó entre la multitud del pelotón principal a 3:21, suficiente para afrontar la próxima y decisiva etapa de montaña con posibilidades de victoria final, aunque Vinokourov se metió de nuevo "en la pomada", ya que se puso séptimo a 1:47, renta asumible para el rey de las emboscadas.
En la general, "Kash" supera en 14 segundos al francés Moreau (Ag2r) y en 25 segundos al ruso Menchov.
Colom recogió el premio a su valentía y decisión, ya que fue el encargado, dentro de un grupo de 22 escapados, de romper las hostilidades al pie del Col de Corobin, a 25 kilómetros de meta, con un ataque fulminante que resultó ser decisivo para vivir su día de gloria.
Fueron varios rivales los que intentaron ponerse a rueda del mallorquín, pero su fuerza le permitió hacer una primera selección de 13 corredores, con Chente García Acosta e Iker Camaño en el grupo y poco más tarde quedarse solo ante el tramo final de la etapa.
A un kilómetro de la cima el español recibió la agradable visita de su jefe de filas, empeñado en demostrar que su actuación en el Mont Ventoux, donde perdió siete minutos, no delata baja forma.
La jugada era perfecta. Colom y "Vino" en cabeza con terreno favorable hasta Digne les Bains y el líder Kashechkin a buen recaudo. Ambos se ayudaron en rápidos relevos, sin mirar atrás, ajenos a la reacción del colombiano Leonardo Duque y del francés Clement, que veían que su esfuerzo en la persecución era estéril.
Con el escenario controlado, Colom habló con Vinokourov y fue tan generoso que le ofreció la victoria al vencedor de la Vuelta, pero éste no pudo permitir que Colom se quedara sin saborear la miel del triunfo. Todo quedó en casa, por lo tanto premio para los dos.
En esta jornada se produjo el abandono de Valverde, un día después de su agonía camino de la cima del Ventoux, donde aguantó por coraje y, tal vez, por el qué dirán. Sin fuerzas y enfermo, el doble subcampeón mundial optó por marcharse al hotel y empezar a pensar en el Tour de Francia, donde tiene el examen más importante de la temporada.
