Economía y negocios

Millonarios extranjeros disparan los precios de la vivienda en el Reino Unido

Este colectivo puede reducir el impuesto por una propiedad de más de medio millón de libras del 4 al 0,5%

Londres

Más de la mitad de las casas de lujo que se ponen a la venta en Londres las compran millonarios extranjeros que gozan de un estatus especial como residentes "no domiciliados" en el Reino Unido, ha publicado hoy el diario The Independent. Ese estatus les permite pagar impuestos sólo por las ganancias de sus actividades en el país inglés, pero no por el resto de sus ingresos mundiales. Como consecuencia de esa situación, los precios del sector inmobiliario se han disparado en la capital, y no sólo en sus barrios más lujosos, sino también en el resto, denuncia la prensa británica.

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Esos multimillonarios se aprovechan de que, a diferencia de lo que ocurre en otros países europeos, el Reino Unido concede el estatus de "no domiciliado" a los extranjeros residentes que puedan demostrar que tienen familia o negocios en el país del que son ciudadanos, es decir que están de modo transitorio.

Según The Independent, quienes compran una casa de 5 ó 10 millones de libras (7,5 a 15 millones de euros) pueden reducir el impuesto del 4% que se paga por una propiedad de más de medio millón de libras hasta sólo un 0,5%.

Basta adscribir la casa a una compañía off shore, sociedades constituidas en el extranjero que sólo pueden actuar fuera de las fronteras del país de origen, y comprar participaciones en esa compañía en lugar del inmueble.

7 de cada 10 viviendas de lujo, para los extranjeros

Se calcula que siete de cada diez propiedades vendidas en Londres por más de 7,5 millones de euros las compran extranjeros. El año pasado, los precios de la vivienda aumentaron entre un 16,3% y un 24% en los barrios más lujosos de la capital, pero también en las zonas adyacentes.

Según el portavoz para temas fiscales del Partido Liberal Demócrata, en la oposición, Vince Cable, "hay una sensación creciente de injusticia por el hecho de que hay gente que paga un impuesto del 40% por sus relativamente modestos ingresos y otro 40% en concepto de impuesto sobre la herencia y que descubre que los más ricos no pagan nada de eso".

El problema planteado por The Independent es que en sus más de diez años al frente del ministerio de Hacienda, Gordon Brown se ha mostrado tan reacio como el primer ministro, Tony Blair, a "enajenar a los grandes empresarios o poner en peligro la preeminencia de la City de Londres en los mercados monetarios mundiales".