Las autoridades iraníes aplazan las lapidaciones de los dos iraníes acusados de adulterio

Las autoridades iraníes han aplazado de forma temporal las lapidaciones previstas para hoy de Mokarrameh Ibrahimi, de 43 años, y de su amante y padre de su hija de 11 años, declarados culpables de adulterio.

AI explica que el artículo 83 del Código Penal iraní pena con la "ejecución por lapidación" el adulterio cometido por un varón o una mujer casados. En este caso, la sentencia se ha basado en el "conocimiento del juez", contemplado como prueba en el derecho iraní, que "aparentemente" se ha basado en que la pareja tuvo un hijo.

Para Joe Stork, subdirector del departamento de Oriente Medio de HRW, "el gobierno iraní está a punto de matar a una madre y a un padre de la forma más brutal". Así, Stork exigió una actuación inmediata de los jueces para salvar la vida de la pareja y acabar con "castigos tan bárbaros como la lapidación".

Los penados de muerte que ha dado a conocer la campaña 'Detengan las lapidaciones para siempre' que se desarrolla en ese país, están encarcelados desde hace 11 años en la prisión de Choubin. Además, AI indica que solicitó la anulación de la pena ante la Comisión Judicial de Amnistía e Indulto, pero la apelación fue desestimada. Entonces, se fijó el 17 de junio como fecha para la ejecución, siendo cambiada luego para el día 21.

Por su parte, el máximo responsable del departamento de Justicia de la provincia de Qazvin, Hassan Qassemi, rechazó ayer la veracidad de las sentencias de condena a muerte por lapidación dictadas contra un hombre y una mujer en Irán, acusados de adulterio.

Citado por la agencia semioficial de noticias iraní Fars, Qassemi aseguró que "la ejecución del veredicto de lapidación que fue anunciada por algunas personas no es cierta".