Un juez anula una orden de alejamiento a una madre invocando a Dios

El magistrado sustituto del juzgado de violencia sobre la mujer de Alicante ha retirado una orden de alejamiento a una madre que maltrató psíquica y físicamente a su hija de diez años. La mujer, además, tiene abierta una causa similar con otro hijo pequeño. El juez basó su veredicto en que lo único que nos queda "es la familia" y pidió "a Dios" que le ayudara para tomar la decisión correcta.

"Pido a Dios que me asista en el cumplimiento de mi deber y a pesar de las dos órdenes de alejamiento no se puede privar a los hijos de su madre porque lo único que siempre nos queda es la familia". Son frases extraídas de un auto con el que el juez cree que contribuirá a "una cura emocional y una futura reconciliación".

Como la hija accedió a ver a su madre siempre que no tuviera que dormir con ella, el magistrado ha considerado oportuno que ambas puedan encontrarse un sábado de cada dos. Sin embargo, no ha tenido en cuenta que cuatro días antes otra juez prorrogó la orden de alejamiento o que la niña haya expresado también su temor a que su progenitora repitiera los golpes e insultos que en otra ocasión le propinó.

El Tribunal Superior de Justicia estudiará este caso, aunque Vicente Magro, presidente de la Audiencia provincial, ha explicado que no podrá pronunciarse sobre el contenido del auto, sino que sólo tomará medidas disciplinares. "Los jueces somos personas, pero dentro del órgano judicial los jueces somos jueces. Somos miembros de un poder del Estado y debemos aplicar el Derecho haciendo abstracción de nuestros pensamientos", manifestó Magro.