El ex jefe de los servicios secretos militares italianos abre la caja de Pandora
Dice estar dispuesto a testificar ante una comisión parlamentaria sobre el escándalo de espionaje realizado a jueces italianos y extranjeros entre 2001 y 2006
El ex responsable de los servicios secretos militares italianos (Sismi) Nicolo Pollari, que se ha visto envuelto en una polémica de escuchas ilegales, afirma estar dispuesto a testificar ante una comisión parlamentaria que le libere del secreto de Estado y le permita aclarar, de paso, muchos otros "misterios".
Así lo ha asegurado hoy el senador y presidente de la Comisión de Defensa del Senado, Sergio de Gregorio, en una nota publicada en su "blog" en la que indica que Pollari dijo que estaría "feliz de contar toda la verdad, pudiendo probar que el Sismi sólo ha servido al país sin violar las normas".
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El primer ministro italiano, Romano Prodi, dijo ayer que esperaba que se estableciera "la verdad" y se aclarase el caso de presunto espionaje realizado por el Sismi a jueces italianos y extranjeros entre 2001 y 2006, cuando Pollari era responsable del servicio, en la época del gobierno de Silvio Berlusconi.
"Feliz de contar mi verdad"
"Estaría feliz de poder contar mi verdad, en el ámbito de una operación total de transparencia referente al Sismi desde los años 80, a través de una comisión de investigación que pueda liberarme del respeto de los secretos a los que estoy vinculado", indicó Pollari, según el senador.
El ex jefe del Sismi indicó que al contar la historia de ese servicio y "el papel de la política" podría abrir "el capítulo de los misterios italianos", como el secuestro de Abu Omar, la misión Unfil en Líbano, o "la fallida liberación de los soldados israelíes en manos de Hizbulá".
Polémica en la vida política italiana
Pollari es uno de los procesados, junto el ex número uno del contraespionaje Marco Mancini y 26 soldados estadounidenses, en el juicio que se sigue en Milán por el secuestro del imán Abu Omar. El presunto caso de espionaje a jueces por el Sismi ha creado una gran polémica en la vida política italiana y el ministro de Justicia, Clemente Mastella, ha dicho que es necesario crear una comisión de investigación parlamentaria, para aclarar los hechos.
La Comisión de Control de los Servicios Secretos del Parlamento (Copaco) escuchará el próximo jueves al actual director del Sismi, Bruno Branciforte.
