Al menos 24 soldados muertos y unos 20 heridos en un ataque suicida en Pakistán
El Gobierno pakistaní ha ordenado el despliegue de miles de efectivos para evitar que puedan repetirse sucesos como el de la Mezquita Roja
El ataque suicida perpetrado hace unos horas contra un convoy militar en el noroeste de Pakistán se ha cobrado la vida de al menos 18 soldados y otros 28 han resultado heridos, según han informado fuentes militares.
El ataque ha tenido lugar en una carretera cerca de Daznaray, a unos 50 kilómetros al norte de Miran Shah, la principal ciudad de la provincia de Waziristan. Los cadáveres y los heridos han sido trasladados a un hospital de la zona.
Más información
- Seis personas mueren por un ataque suicida con bomba contra una academia de Policía en el norte de Pakistán
- El impacto de cuatro cohetes en el noroeste de Pakistán deja al menos ocho muertos
- El vídeo de la Mezquita Roja de Pakistán
- Milicianos islamistas continúan atrincherados en la Mezquita Roja con niños y mujeres como rehenes
- El Ejército paquistaní entra en la madrasa y detiene a 50 radicales
- El Ejército paquistaní irrumpe en la Mézquita Roja y mata a 50 islamistas, entre ellos, el líder de la resistecia
Además, las autoridades han ordenado el despliegue de miles de tropas en la frontera norte con Afganistán para intentar disuadir a militantes islámicos de que comiencen una guerra santa contra el Gobierno por el sangriento ataque a una mezquita radical.
El número podría aumentar
El general Waheed Arshad, portavoz del Ejército, ha reconocido que el número de soldados fallecidos en el ataque podría aumentar ya que las tropas todavía están buscando uno de los cuatro vehículos que fueron atacados en la carretera.
Esta turbulenta región del país se conoce por el gran número de militantes locales y extranjeros que se encuentran en la zona, y ya ha sido escenario de otros violentos ataques y operaciones militares contra militantes talibán y de Al Qaeda.
El Gobierno de Pakistán ha enviado miles de tropas a otras zonas de la frontera noroeste para presionar a los militantes islámicos e impedir así actos de venganza por el sangriento ataque contra la Mezquita Roja de Islamabad.
