El R.Madrid ya está en Austria para iniciar su pretemporada
El Real Madrid se reencontró un año después con el Hotel Schloss Pichlarn, un castillo del siglo XII convertido en hotel de lujo, ubicado entre montañas, donde inicia la parte más exigente de la pretemporada.
Por tercer año consecutivo el Real Madrid llega a Irdning. Vuelve a la tranquilidad que se respira en una pequeña ciudad, de mil habitantes, situada en el centro de Austria, donde el verde de las montañas se impone en un paraje único.
La plantilla madridista se concentró en el hotel tras un día intenso. Después del suave regreso de ayer, desde las 8.00 horas de la mañana hasta las 8.45 de la noche encadenó acontecimientos.
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Comenzó con el reconocimiento médico, un suave entrenamiento, la primera rueda de prensa de la pretemporada, realizada por el capitán Raúl González, desplazamiento desde Valdebebas a Barajas, vuelo a Graz y desplazamiento en autobús a Irdning.
Entre todo la mañana comenzó con polémica. Antonio Cassano sorprendió ayer entrenando junto al resto de jugadores madridistas.
Fabio Capello ya es historia y el delantero italiano decidió olvidar el pasado y regresar como si nada hubiese ocurrido.
Su artritis de tobillo, difícilmente justificable, por la que se ausentó los dos últimos meses de la pasada temporada y su mal gesto de no acudir a las celebraciones del título de Liga no se han olvidado en la casa blanca. A primera hora de la mañana Cassano recibió la noticia de que no viajaría a Irdning y decidió no acudir a entrenar a Valdebebas.
La lista de 24 jugadores se redujo a 23 y Cassano está obligado a cerrar negociaciones abiertas con equipos italianos para regresar a su país. El Real Madrid ya le ha cerrado las puertas. No hay lugar para una nueva oportunidad.
Con el nuevo técnico, Bernd Schuster a la cabeza, la expedición madridista llegó a Barajas con imagen nueva. Estrenaron ropa de Hugo Boss, polo negro, pantalón claro y zapatos oscuros de corte moderno.
Con una hora de retraso salió el vuelo, compensado con el buen sabor de boca que dejó el triunfo de Fernando Alonso seguido a través de la radio que el comandante del vuelo pudo a todos los pasajeros.
Como si de una indirecta a Schuster se tratase, la principal causa del retraso fue exceso de equipaje. A falta de llegar fichajes que apuntalen la plantilla, sobran jugadores. Las seis últimas filas del avión fueron desalojadas para subir maletas. Un total de 92 toneladas se amontonaron en el avión.
La expedición la formaron: Iker Casillas, Dudek, Codina, Cicinho, Sergio Ramos, Torres, Salgado, Metzelder, Cannavaro, Pepe, Emerson, Diarra, Guti, De la Red, Granero, Balboa, Adrián, Bueno, Raúl, Higuaín, Van Nistelrooy, Saviola y Soldado.
Junto a ellos Schuster y su cuerpo técnico. Manolo Ruiz como segundo. Los preparados físicos Walter Di Salvo, Jordi García, José Luis Sanmartín y Santiago Lozano. El doctor Juan Carlos Hernández.
El nutricionista Luis Serratosa, más utilleros, fisioterapeutas y tres responsables de prensa.
Schuster no cambia de momento las costumbres instauradas por Capello. La parte delantera del avión la ocuparon técnicos y personal del club. En el medio los jugadores y la parte trasera la prensa. Antes, en la época galáctica, los futbolistas cerraban el vuelo y se mantenían a distancia.
Con una hora de retraso aterrizó el Real Madrid en Graz, donde un autobús les esperaba en plena pista para completar los 150 kilómetros restantes hasta Irdning. La lluvia se cruzó en el camino.
Desde mañana comienza lo duro. Sesiones de trabajo dobles diarias. La primera a las 10.00 horas, tras el desayuno a las 8.30 de la mañana. A las 18.00 horas la vespertina. Schuster incidirá en la parte física. El mejor lugar para pensar sólo en fútbol y adquirir la condición física de base para la temporada.