Hitler coleccionaba discos de origen judío y ruso
Al Führer le gustaban Tchaikovsky, Borodin y Sergei Rachmaninoff
Una colección hecha pública por el diario Der Spiegel muestra cerca de 100 discos que pertenecieron Adolf Hitler en la que se incluyen, aparte de sus autores alemanes favoritos, Richard Wagner y Ludwig van Beethoveen, otros de origen judío y ruso.
El listado de esta colección revela que junto a los autores favoritos del Führer -Richard Wagner y Ludwig van Beethoveen-, Hitler guardaba en su búnker en Berlín obras de los rusos Peter Tchaikovsky, Alexandre Borodin y Sergei Rachmaninoff.
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Sin embargo, lo más sorprendente se encontró en una obra de Tchaikovsky, que incluía un tema del violinista polaco de origen judío Bronislaw Huberman, quien debió abandonar Europa tras la invasión nazi a comienzos de la Segunda Guerra Mundial.
Un secreto de 67 años
Según ha informado el semanario alemán Der Spiegel, tras la caída del régimen en 1945, el capitán Lew Besymenski, de la unidad de inteligencia rusa, entró al búnker de Hitler y se llevó los discos.
La hija de Besymenski, Alexandra, los descubrió por casualidad en el ático de la casa de veraneo de su familia en 1991. Cuando le preguntó a su padre de qué se trataba, el anciano evitó referirse al tema.
Pero tras la presión de su hija el ex uniformado de origen judío decidió escribir sus memorias donde relata la sorpresa que se llevó al escuchar los discos.
El anciano, que murió en junio pasado a los 86 años, siempre sintió temor de ser considerado un ladrón, pero su hija aseguró que el militar había tomado las cajas con discos simplemente porque era un amante de la música.