La diplomacia protagoniza el encuentro estival entre Bush y Sarkozy
La Casa Blanca habla de una nueva era en las relaciones bilaterales entre ambos países
La diplomacia fue ayer la gran protagonista en el encuentro que mantevieron en la residencia de verano de los Bush, el presidente de Estados Unidos y el presidente francés Nicolás Sarkozy. La Casa Blanca habla de una nueva era en las relaciones bilaterales entre ambos países tras esta reunión informal, con menú plenamente americano (perritos y hamburguesas) y cargado de continúas bromas entre ambos mandatarios.
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No sacaron la alfrombra roja porque estaban en la casa de campo de la familia Bush, pero si ondearon la bandera francesa. Con un "¿Cómo estás George?", se rompían seis años de frías relaciones diplomáticas y políticas entre Francia y Estados Unidos, aunque sería mejor decir entre Chirac y Bush.
Y eso que con Sarkozy también han quedado patentes esas diferencias: "Tenemos desavenencias sobre Irak de modo muy especial, pero nunca he permitido que no nos dejen trabajar juntos", comenta George Bush.
Pero el espíritu familiar, la casa de vacaciones y unas hamburguesas hacen posible lo que todo un engranaje diplomático no solventa: la toma de decisiones. "¿Quiere hamburguesa o perrito caliente?", pregunta Bush.
Y aunque les separa la barrera idiomática, el presidente norteamericano se lo tomaba con filosofía y pasaba la pelota al tejado de su padre, el ex presidente del mismo nombre. "No, no puedo, malamente hablo inglés. ¿Cuántas lenguas hablas tú padre?", decía el norteamericano.