Piden a Castilla y León que declare zona catastrófica el territorio afectado por la plaga de topillos

La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) solicitará a la Junta de Castilla y León que la zona afectada por la plaga de topillos en esta Comunidad sea declarada zona catastrófica si, en el plazo de un mes, no se consigue atajar el problema.

La organización profesional agraria recomendará también a los agricultores que "no siembren ni una sola hectárea" la próxima campaña hasta que se solucione el problema. Estas dos medidas, según explicó el secretario regional de UPA, Julio López, serán trasladadas a la consejera de Agricultura, Silvia Clemente, durante la reunión que tendrá lugar mañana a partir de las 10:00 horas.

"No estamos dispuestos a sembrar para que se lo coman los topillos", afirmó López, quien justificó así la petición a los agricultores de no sembrar si el problema de los topillos no se resuelve en el plazo de un mes y subrayó que para ello "es fundamental la lucha biológica contra la plaga".

Según los últimos datos de la Junta de Castilla y León, hay ya 680 municipios de Castilla y León afectados por la plaga de topillos, con una superficie dañada, según UPA, que supera el millón de hectáreas, pues "cuando el Gobierno regional habla de 270.000 hectáreas afectadas únicamente hace referencia a las que son susceptibles de ayuda", puntualizó Julio López. Esa cifra, en el caso de la provincia de Ávila, se sitúa en 92 municipios afectados y una superficie de 203.500 hectáreas, siendo la zona de mayor gravedad la zona de la Moraña, al norte de la provincia, aunque "los topillos ya están en El Fresnillo", a las puertas de la capital abulense, comentó López.

Imagen negativa al turismo

El secretario regional de UPA consideró negativas tanto las consecuencias de la plaga de topillos como las medidas adoptadas para atajarla, pues tanto el arado en profundidad como la quema controlada de rastrojos "no han dado resultado, bien porque no sirven o porque no se hacen correctamente, ya que deben ir acompañadas de tratamientos químicos sin envenenar el campo".

"No puede ser que vayamos detrás de la plaga sin hacer barreras perimetrales", subrayó Julio López, quien incidió en la necesidad de emprender una "lucha biológica" para controlar la plaga de roedores, pues "con otras medidas es imposible".

López se preguntó "porqué la plaga de topillos se ha desarrollado únicamente en Castilla y León" y porqué si en una zanja de 30 centímetros con agua caen miles de roedores, han salvado con tanta facilidad el río Duero".

"La imagen que estamos dando es penosa", pues la plaga de topillos "no sólo afecta al campo, sino también al turismo", afirmó Julio López.