España registra cada año 13.000 nuevos casos de cáncer de próstata
Los especialistas recomiendan las revisiones periódicas a partir de los 50 años
España registra cada año alrededor de 13.300 nuevos casos de cáncer de próstata, un tumor maligno que causa unas 5.800 muertes anuales entre los varones de este país, según la Asociación Española de Urología (AEU), que indica también que el prostático es el cáncer que más fallecimientos provoca en los hombres, después del de pulmón.
Según ha explicado el secretario general de la AEU, Joaquín Carballido, es muy importante detectar precozmente el cáncer de próstata para aumentar la supervivencia y calidad de vida de quienes lo padecen. Para ello, es imprescindible que los hombres acudan periódicamente al urólogo a partir de los 50 años.
La clave, en la prevención
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En este sentido, el experto ha señalado que si bien el porcentaje de varones que va periódicamente al especialista para revisarse la próstata ha aumentado en los últimos años, pasando del tres por ciento en 2001 al 15% en 2006, es necesario seguir insistiendo en este hecho porque hay todavía un 13% de casos de cáncer prostático que se detectan cuando el paciente presenta ya metástasis.
El trabajo, en el que han participado un total de 1.551 pacientes y 169 urólogos de todas las comunidades autónomas, señala que el 59% de los españoles diagnosticados de cáncer de próstata presentaba ya algún síntoma cuando acudió al especialista, mientras que al 40% restante se le detectó la enfermedad en revisiones periódicas o cuando fueron al urólogo por otros motivos.
El estudio, coordinado por el doctor Francisco Gómez Veiga, pone también de manifiesto que el 42% de los diagnósticos se producen entre los 60 y los 70 años y que los tratamientos más frecuentes siguen siendo la cirugía y la radioterapia entre los pacientes más jóvenes que presentan aún un tumor localizado, y la hormonoterapia en los mayores de 80 años.
Según la Asociación Española de Urología, la tasa de recaída es muy similar entre los enfermos tratados con cirugía, radioterapia y hormonoterapia. Cerca del 24 por ciento de los pacientes intervenidos tuvieron una recaída a los dos años y medio de la operación.
