Divergencias en el gobierno Sarkozy por la nueva ley de inmigración
Martin Hirsch, alto comisario para la Integración, ha mostrado su completo desacuerdo.
La nueva ley de control de la inmigración no deja de alimentar la polémica política en Francia. Tras la controversia sobre las pruebas de ADN para validar el reagrupamiento familiar en los casos dudosos, ahora se trata de otro de las medidas incluidas en su articulado aprobada la pasada noche por el Senado: la prohibición de que los "sin papeles" puedan beneficiarse de un alojamiento de urgencia a su llegada a territorio francés.
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Uno de los miembros del gobierno procedente de la izquierda, Martin Hirsch, alto comisario para la Integración, ha mostrado su completo desacuerdo e, incluso, su indignación con una restricción que, a su juicio, no es aceptable y supone una clara discriminación. A juicio del antiguo presidente de la principal asociación de defensa de los Sin Techo, Emaus, los centros de alojamiento deben servir para aquellos que más lo necesitan.
Hirsch espera llegar a una solución con el ministro de la Inmigración y la Identidad Nacional pero está claro que esta ley, destinada al electorado más conservador, plantea un serio problema al Presidente Sarkozy en su política de apertura a la izquierda.
Esta nueva controversia se suma a la provocada por la prueba del AND que divide a los franceses. Según un sondeo publicado por el diario `Le Parisien´, un 47% de los franceses estaría a favor frente a un 45% en contra.




