España negocia con Libia el desembarco de los 50 inmigrantes rescatados por un pesquero español

Un pesquero español, el Corisco, de la localidad alicantina de Santa Pola, permanece en aguas de Libia a la espera de recibir el permiso para atracar en Trípoli. Hace más de 24 horas que el barco, de bandera portuguesa, recogió a medio centenar de inmigrantes cuya zodiac se hundía. El problema es que los víveres comienzan a terminarse y la situación se está volviendo muy caótica, por lo que el armador pide celeridad para resolver este asunto.

Ayer a mediodia el Corisco, propiedad de un armador español y con tripulación española, rescató a 50 inmigrantes (42 hombres, 5 mujeres y 3 niñas entre 2 y 3 años) de origen magrebí y subsahariano. Contactaron con Salvamento Marítimo en España y, según ha indicado el patrón de este pesquero, de la empresa Hermanos López y que realizaba la campaña del camarón desde mediadios de septiembre en estas aguas, este organismo está al tanto de lo ocurrido y sigue en contacto con ellos y las autoridades de salvamento de Libia. De momento siguen a la espera de que se les permita dirigirse al puerto de Tripoli y desembarcar a los sin papeles.

Según relata el patrón del barco en una entrevista a la SER, los niños se encuentran en un estado de salud delicado ya que lloran continuamente porque no cuentan con el alimento adecuado ya que no tienen leche ni alimentos adecuados para los niños, "apenas nos queda para pasar el día de mañana, lo que teníamos en la nevera el cocinero lo ha sacado" ha dicho el patrón.

Hasta este momento las autoridades libias no han permitido que el pesquero pueda atracar. La situación a bordo es cada vez más complicada ya que el pesquero no tiene condiciones para alojar a tal número de inmigrantes, a los que hay que sumar la tripulación, compuesta por 12 personas, con las provisiones limitadas. Además, el tiempo está empeorando en la zona, lo que agrava aún más la situación a bordo.

Partió el 11 de septiembre

Este pesquero partió el pasado 11 de septiembre de Santa Pola para la campaña del camarón y tenían previsto su regreso a casa a finales de este mes.

Esta situación recuerda a la vivida por otros pesqueros españoles, como el Francisco y Catalina también de la localidad alicantina de Santa Pola.