Nueva York acoge la primera retrospectiva de Klimt en Estados Unidos
La exposición podrá visitarse hasta el 30 de junio de 2008 en la 'Neue Gallerie'
Nueva York
Con el título de "Gustav Klimt: las colecciones de Ronald Lauder y Serge Sabarsky", la ciudad de Nueva York presenta la primera retrospectiva en Estados Unidos sobre la obra del pintor austriaco, que incluye además el retrato de Adele Bloch-Bauer, considerado el cuadro por el que más se ha pagado en el mundo.
La muestra se expone desde esta semana en la Neue Gallerie y consta de ocho pinturas y más de 120 dibujos del pintor austriaco, además de recreaciones de ambientes modernistas y objetos personales del artista.
La exposición une así las colecciones de Lauder y Sabarsky,
Más información
cofundadores de la Neue Galerie, sobre las obras de Klimt (1867-1918), creador del movimiento Art Nouveau en Austria y símbolo de la llamada "destrucción creadora" que entonces dominaba el panorama artístico vienés.
"Los trabajos de Klimt representan la quintaesencia del fin de siglo en Viena: su riqueza, su sensualidad y su capacidad de innovación", dijo la directora de la Neue Galerie, Renée Price.
Para Lauder, heredero del imperio de los cosméticos Estée Lauder y propietario del célebre retrato de Adele Bloch-Bauer, el pintor austríaco "es de suma importancia en el desarrollo del arte moderno, y parte central de la colección y la misión de este museo".
Lauder, que adquirió hace apenas un año dicho cuadro, un óleo de 138 por 138 centímetros conocido como "la Adele de oro", por los tonos predominantemente dorados con que Klimt reflejó a la sensual esposa de un empresario judío, Ferdinand Bloch-Bauer, pagó por él 135 millones de dólares, y es la primera vez que se expone fuera de Austria.
Los organizadores de la muestra han incluido también, como otro de sus grandes atractivos, la reconstrucción del salón de recepción del segundo estudio del artista vienés con sus propios muebles. Una recreación del ambiente modernista vienés envuelto por una música de fondo elegida para la ocasión, que inclute piezas de los autores más admirados por Klimt, como Beethoven, Brahms o Schubert.
Con esta retrospectiva se acerca al público estadounidense el trabajo de un pintor clave del movimiento modernista apenas conocido en este país durante la primera parte del pasado siglo y cuya reputación entre admiradores y coleccionistas comenzó a partir de los años sesenta, para ser hoy día un artista de culto.