Miles de personas marchan en Bruselas a favor de la unidad de Bélgica
Desde hace más de cinco meses el país trata de formar un Gobierno pero no hay acuerdo entre los flamencos y los valones
Miles de belgas participan en una marcha en el centro de Bruselas por la unidad de Bélgica
Varias decenas de miles de personas han participado hoy en una manifestación a favor de la unidad de Bélgica en medio del punto muerto para la formación de un gobierno de coalición y el aumento de las tensiones nacionalistas.
Unas 20.000 personas comenzaron a marchar por el centro de la ciudad tras congregarse en la estación ferroviaria del Norte, según fuentes policiales.
Sin embargo, más asistentes seguían afluyendo al punto de partida después de la partida del cortejo, según informó la televisión pública francófona RTBF.
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Los asistentes, entre los que había muchas familias, acudieron con numerosas banderas nacionales (franjas verticales en negro, amarillo y rojo) y pancartas con mensajes a favor de la unidad del país, más numerosas en francés pero también con un número apreciable en neerlandés.
Varios dirigentes políticos francófonos participan en la marcha, convocada por el movimiento organizado por una funcionaria francófona en torno a una petición popular en defensa de la unidad del país.
La marcha atravesó el barrio europeo de Bruselas para concluir con una fiesta en el gran parque del Cincuentenario, creado precisamente para festejar el primer medio siglo de la independencia del país, que se cumplió en 1880.
Más de cinco meses sin un acuerdo para formar un gobierno de coalición
El telón de fondo está formado por los más de cinco meses (período récord) alcanzados sin un acuerdo para formar un gobierno de coalición tras las elecciones legislativas del 10 de junio pasado.
Los partidos de la región de Flandes quieren dar más competencias a las regiones, a lo que se oponen los de la región de Valonia, una zona más deprimida económicamente que teme perder la solidaridad de sus vecinos del norte.
La cuestión se ha complicado con el espinoso asunto del distrito electoral Bruxelles-Halle-Vilvoorde, que agrupa a habitantes de las dos comunidades y que los flamencos quieren separar, dejando a decenas de miles de francófonos de la periferia de la capital sin poder votar a candidatos de su comunidad.
