Sanz: "Me entiendo bien con Zapatero"

El presidente de Navarra, Miguel Sanz, ha sido el invitado de honor del Hoy por Hoy, que se emite este viernes desde Pamplona. Sanz ha hablado un día después de que el Congreso de los Diputados expresara su apoyo al proyecto de ley por el que se renueva el Convenio Económico entre el Estado y Navarra, por el que se fija entre otras cosas la aportación de la Comunidad Foral a los gastos generales del Estado para el periodo 2005-2009.

Sanz ha definido el convenio económico como un "instrumento clave" y ha rechazado que Navarra no sea una comunidad solidaria. "Lo que no saben es que Navarra paga a precio renta los servicios del estado sobre competencias no transferidas", afirma el presidente. Según Sanz, los navarros representan el 1,4% de la población española y pagan el 1,6%.

"Vender Navarra"

Miguel Sanz ha cosechado algunos abucheos en el auditorio cuando ha sido preguntado por el proceso de paz, cuando el PP y UPN denunciaron que el Gobierno quería "vender Navarra. "Navarra no la puede vender nadie, salvo que la queramos vender los navarros y hemos dicho que no". "Otra cosa es que en cualquier proceso de negociación Navarra esté encima de la mesa, planteada por ETA, y eso es un hecho incuestionable, reconocido por quienes han participado en la propia mesa.Otra cosa es que se acepten los planteamientos de la banda terrorista y yo espero que no se acepten nunca"

"Me entiendo bien con Zapatero"

El presidente navarro presume de sus buenas relaciones con el presidente del Gobierno, y aunque reconoce que durante el proceso de paz hubo un "paréntesis" de tensión, su amistad es anterior a las elecciones autonómicas y fue una de las primeras personas que pudo hablar con Rodríguez Zapatero cuando ganó los comicios en 2004. "Hay que mirar hacia adelante", afirma Sanz, y afirma que espera no tener que "utilizar un mecanismo constitucional para convocar nuevas elecciones" en la Comunidad foral tras las generales de marzo y ha recordado que el presidente y él coincidieron hace meses en la necesidad de garantizar la "estabilidad" de Navarra para cuatro años.