Protestas mundiales por el sexto aniversario de Guantánamo
Países como Filipinas, Israel, España, Bahrein, Paraguay, Reino Unido o Estados Unidos han protestado en contra de su funcionamiento y piden su cierre inmediato
La prisión de Guantánamo cumplió ayer su sexto aniversario desde la llegada de los primeros detenidos, en medio de protestas en todo el mundo y peticiones al Gobierno de EEUU de que cumpla su promesa de cerrar el centro de detención.
Miles de ciudadanos y varios organismos internacionales defensores de los derechos humanos alzaron su voz en varios países, como Filipinas, Israel, España, Bahrein, Paraguay, Reino Unido y Estados Unidos, para protestar en contra de las detenciones ilegales y el trato dado a los retenidos en la base naval de EEUU de Guantánamo, en Cuba.
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En un acto celebrado en la capital estadounidense, unas 300 personas vestidas con monos de color naranja, capuchas negras y las manos atadas, se concentraron frente al Capitolio y el Tribunal Supremo en representación de los cerca de 275 detenidos que aún permanecen en Guantánamo.
Bajo gritos de "cerrémoslo", los activistas amenazaron con entrar en el Tribunal Supremo, lo que derivó en el cierre temporal del edificio y la detención de 81 personas.
Amnistía Internacional a la cabeza
Respaldada por más de 1.200 parlamentarios de todo el mundo, Amnistía Internacional (AI) ha elaborado un plan para exigir el cierre del centro de detención, compuesto por trece medidas. El plan ha sido enviado a la Casa Blanca, acompañada por una carta dirigida al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, según ha afirmado Josefina Salomon, portavoz de AI.
"Su respuesta tiene que ser el cierre de Guantánamo, que es un símbolo de injusticias y un ejemplo visible de cómo el Gobierno de EEUU ignora la legislación de los derechos humanos", dijo Salomon, quien, no obstante, advirtió de que la cárcel es "sólo parte del problema, porque hay 39 presos desaparecidos en cárceles secretas".
La mayoría de los confinados en Guantánamo son presos de la guerra global contra el terrorismo de EE.UU. No tiene derecho a un juicio civil y a menudo sufre coerciones físicas y psicológicas, según informes de varios organismos internacionales.
Un cierre que no llega
Bush aseguró en junio de 2006 en una cumbre con la Unión Europea (UE) que pretendía cerrar Guantánamo, aunque advirtió que antes era necesario decidir qué hacer con los presos. El ex secretario de Estado, Colin Powell, y sus sucesora en el cargo, Condoleezza Rice, también abogaron por cerrar el centro de detención, creada tras el 11-S.
La última vez que la Casa Blanca se pronunció sobre un posible cierre de Guantánamo fue en junio de 2007, cuando reconoció que se planteaba el futuro de la prisión, aunque no de manera inmediata.
En agosto pasado, y ante la presión internacional, Bush justificó el continuo retraso del cierre de Guantánamo por la "poca disposición" de otros países para hacerse cargo de los sospechosos de terrorismo que se encuentran confinados allí.
Sin ningún derecho
Desde 2002, cerca de 800 personas han pasado diversos periodos de detención en Guantánamo, algunos de ellos considerados como 'enemigos combatientes'. Desde entonces, unos 500 detenidos han sido trasladados desde la prisión a otros países, según el Pentágono.
La 'Ley de Tratamiento de Detenidos', promulgada por Bush, estipula que los prisioneros definidos por el Ejecutivo como 'enemigos combatientes' no tienen derecho de 'hábeas corpus', es decir, no pueden cuestionar su detención ante un juez en los tribunales civiles.
En junio del año pasado, el Tribunal Supremo aceptó estudiar las demandas de algunos prisioneros detenidos en Guantánamo para que sus apelaciones las vean cortes civiles. Previamente, el Gobierno ordenó la creación de unas juntas militares. Solamente tres presos, considerados como 'enemigos combatientes', fueron juzgados




